Nuestro invitado de turno hoy en Cvltvral es un destacado cantante, fonoaudiólogo y director de la única Escuela de Contratenores de Sudamérica ubicada en Buenos Aires. A lo largo de su formación y su carrera recibió clases magistrales de la maestra Elizaveta Vorojeikina y la maestra española Marta Almajano. En la actualidad es pupilo de la maestra Valentina Londino y, sin duda alguna, es uno de los contratenores más importantes de la actualidad. En esta exclusiva nos cuenta más sobre él y su destacada carrera.
¿Con qué frase de la literatura universal te identificas?
Hoy dos frases del mismo autor, el poeta y libretista del barroco Pietro Metastasio.
“La vida se mide por hechos y no por días”
“En la oscuridad, una luz resplandeciente suele ser suficiente para que el piloto encuentre la estrella polar y fije su rumbo. Para el peregrino, a menudo, un solo paso es suficiente para permitirle encontrar el camino a través de la desconcertante llanura” (Acto I, escena 6. Achille en Sciro (1736)
Creo que ambas de alguna manera se complementan y te impulsan a ser, hacer y crear.
¿Cómo descubes tu pasión por el canto?
Desde muy niño comencé a cantar, mi mamá ha sido mi primera profesora y acompañándome con su guitarra comencé a descubrir este amor por el canto y más adelante a los 18 años concretamente el amor por la música académica, especialmente la ópera, aunque desde antes ya gustaba escuchar esta música.
¿Cantar libera tu espíritu?
Lo libera, lo aturde, lo incomoda, lo acaricia. Es una mezcla de sensaciones y emociones que se encierran en el acto simple de emitir un sonido expresivo desde mi propio cuerpo, esto le da sentido.
¿Qué cantantes fueron tus grandes influencias musicales?
Tengo varios, pero creo que el principal es el cantante Andreas Scholl, un contratenor Alemán, con una calidez vocal e interpretativa para mí, que han hecho que me acerque a este registro poco usual en nuestro país. Recuerdo una vez haberme dormido con los audífonos puestos escuchando “Va che i lamenti miei” de una cantanta de Scarlatti interpretada por Scholl y soñar mientras escuchaba que era yo quien la cantaba en un auditorio blanco circular de techo alto y con vidrios rectangulares alargados, ese sueño fue determinante para decidirme a trabajar mi voz en este registro de contratenor y dejar de lado ser barítono.
¿Cuándo se marca tu debut oficial en un escenario?
Comencé cantando como barítono y mi primera presentación digamos “oficial” o profesional fue a los 19 años cuando el maestro Ricardo Estrada, de la Sociedad Filarmónica de la Paz, me invitó a ser solista de la Opereta Española “La Corte del Faraón” y años más tarde al tener 21 años debuté como contratenor cantando la parte de alto del Stabat Mater de Pergolesi junto a la soprano Elizaveta Vorojeikina a quien admiro y agradezco mucho sus consejos y enseñanzas en esa etapa.
¿Qué tipo de energías fluyen en los teatros?
Creo que todo tipo de energías; buenas, malas, increíbles, desconocidas… es esa mezcla de tu propia energía que cambia también respecto al rol que interpretas y encarnas y cómo estás en ese momento, la energía de tus colegas en el escenario, el público, la gente que colabora en producción, todos, todos hacemos en ese instante una energía única producto del momento y las variables que contenga, lo cual también lo hace único y mágico, un momento.
Has tenido muchos maestros a lo lago de tu carrera, ¿todos han aportado de diferentes formas a lo que Rodrigo es hoy en día o alguno consideras que ha significado más en tu vida?
Creo que todos absolutamente han significado muchísimo. Pasa que cada uno en un aspecto diferente a lo largo de los años que llevo cantando. La maestra Susana Valda, por ejemplo, la que mi inició en este mundo fantástico; maestra Ricardo Estrada, que me dio el empujón, maestro Daniel Guzmán (Bs As.), quien me marcó el camino como contratenor y actualmente Mtra. Valentina Londino, quien me guía vocalmente.
¿Te das el tiempo de escuchar música más contemporánea? ¿Hay artistas que admires?
Escucho de todo, puedo escuchar desde “Agua Bella” hasta Philip Glass, depende la ocasión, creo. Aunque debo confesar que las bandas y los mariachis no son de mi agrado y si de preferencia se trata, prefiero la música “clásica” principalmente el barroco (Monteverdi, Handel y Lully).
De los muchos reconocimientos recibidos al momento, ¿alguno significa más para ti en tu exitoso camino profesional?
Todos son muy importantes realmente porque marcan un momento de mi vida, pero creo que le tengo un cariño especial al nombramiento como “Embajador Cultural y Artístico” que me otorgó la Casa de La Libertad en Sucre, puesto que como sabemos, históricamente es un lugar muy importante en la colonia y para lo que es hoy Bolivia, además de ser el principal escenario que alberga el Festival de Música Barroca de La Plata que co-organizo y el impulsor del ensamble vocal que dirijo.
Obviamente tus dotes actorales son muchos, ¿esto es algo casi innato o pasas frecuentemente clases de actuación también?
Es una mezcla de ambos, creo que hay que nacer con algo de talento que muchas veces es la chispa que nos motiva pero es nuestro deber alimentarlo, cultivarlo, educarlo y hacerlo crecer cada día y no solo en la actuación considero que en todo arte y talento.
¿Qué proyectos tienes en curso para este, aparentemente, post pandémico 2021?
Aún es incierto todo, principalmente por los escenarios, pero estamos comenzando a gestionar un concierto de arias para “castrati” en la Paz y Sucre. Me estoy animando a producir y dirigir un singspiel de Mozart de manera presencial y hacer una ópera corta de Menotti de manera virtual junto a Diana Azero y Guery Ticona, cómplices, colegas y amigos de siempre y tal vez grabar algo de música y entrelazarla al fantástico trabajo de una amiga artista gráfica. Con los elencos vocales que dirijo, aun no planeamos nada hasta ver el panorama y simplemente seguir dando clases en el Conservatorio de Sucre y clases particulares de manera virtual.
Checklist:
3 películas infaltables:
– Farinelli “il Castrato”
– Le roi Danse
– Todas las mañanas del mundo
3 músicos que más admires:
– Andreas Scholl
– Jeanine de Bique
– Lawrence Brownlee
3 cosas esenciales en la vida:
– Mi hijita
– Mis padres
– La Música
