Por. Lic. Héctor Molina
Recordemos que…
La prelectura es el conjunto de habilidades y conocimientos que un niño desarrolla antes de aprender a leer formalmente las palabras. No se trata de leer las letras y las palabras en sí, sino de jugar y aprender cosas que luego le ayudarán mucho a leer.
Qué problemas conlleva no desarrollar bien la prelectura
Es fundamental comprender que la prelectura no es simplemente un paso previo a leer, sino un conjunto de habilidades cruciales que sientan las bases para un aprendizaje exitoso de la lectura y la escritura. Cuando estas habilidades no se desarrollan adecuadamente, las consecuencias pueden ser significativas y afectar no solo el ámbito académico, sino también el emocional y social del niño.
A continuación, te explico los principales problemas que conlleva no desarrollar bien la prelectura:
- Dificultades en la adquisición de la lectura y escritura
El problema más evidente es la dificultad directa para aprender a leer y escribir. Las habilidades de prelectura son los cimientos sobre los que se construye la alfabetización. Si estos cimientos son débiles, el proceso de aprendizaje se vuelve cuesta arriba, lo que se manifiesta en:
- Lenta adquisición de la correspondencia grafema-fonema. El niño tiene problemas para relacionar los sonidos con las letras y viceversa, lo que dificulta la decodificación de palabras.
- Dificultad para decodificar palabras. La lectura es lenta, silábica y con muchos errores, impidiendo una lectura fluida y comprensiva.
- Problemas de comprensión lectora. Si el esfuerzo se centra en decodificar, no queda energía cognitiva para entender lo que se lee. Esto lleva a una lectura sin sentido.
- Errores ortográficos persistentes. La falta de conciencia fonológica y de las reglas de correspondencia se traduce en una escritura con abundantes faltas de ortografía.
- Rechazo hacia las actividades de lectura y escritura. Al experimentar frustración y fracaso, el niño puede desarrollar aversión hacia estas actividades, lo que limita su exposición y práctica, creando un círculo vicioso.
- Impacto en el rendimiento académico general
La lectura es una habilidad transversal a todas las áreas del conocimiento. Un desarrollo deficiente de la prelectura y, por ende, de la lectura, repercute negativamente en el rendimiento académico global del niño:
- Dificultad en todas las materias. Desde matemáticas hasta ciencias naturales, todas las asignaturas requieren la lectura de consignas, textos y problemas. Las dificultades en la lectura obstaculizan la comprensión y el éxito en estas áreas.
- Menor autonomía en el estudio. El niño necesita más ayuda para comprender textos o completar tareas que requieren lectura.
- Bajo rendimiento en exámenes. Muchos exámenes dependen de la capacidad de leer y comprender preguntas y textos.
- Consecuencias emocionales y sociales
Los problemas en la prelectura no se limitan al ámbito cognitivo; tienen un fuerte impacto en la esfera emocional y social del niño:
- Baja autoestima y frustración. El niño se siente incapaz, diferente de sus compañeros, lo que afecta su autoconcepto y le genera gran frustración.
- Ansiedad y estrés escolar. La presión por cumplir con las expectativas académicas y la dificultad para hacerlo generan altos niveles de ansiedad.
- Aislamiento social. Puede evitar participar en actividades grupales que involucren lectura (como leer en voz alta) o sentirse menos seguro en entornos donde sus compañeros demuestran mayor fluidez.
- Problemas de conducta. La frustración y la baja autoestima pueden manifestarse en problemas de comportamiento, como la falta de atención, la distracción o incluso la oposición.
- Desmotivación y desinterés por el aprendizaje. La constante dificultad lleva a una pérdida de interés por todo lo relacionado con la escuela y el aprendizaje.
- Dificultades en el desarrollo de habilidades metacognitivas
La prelectura también está ligada al desarrollo de habilidades cognitivas más amplias que son esenciales para el aprendizaje y la resolución de problemas:
- Pobre desarrollo de la conciencia fonológica. Incapacidad para reconocer y manipular los sonidos del lenguaje (rimas, aliteraciones, segmentación de palabras en sílabas y fonemas). Esta es una de las habilidades predictoras más fuertes del éxito en la lectura.
- Dificultades en la memoria de trabajo. Necesaria para retener la información mientras se decodifica y se comprende.
- Menor vocabulario y habilidades lingüísticas. La exposición limitada a libros y textos reduce las oportunidades de ampliar el vocabulario y desarrollar estructuras lingüísticas más complejas.
- Dificultades en la atención y concentración. El esfuerzo extra que requiere la lectura en niños con dificultades puede generar fatiga y menor capacidad de concentración.