lunes, mayo 12, 2025
InicioSeccionesOpiniónEl Estado inoportuno

El Estado inoportuno

Marcelo A. Valero Alanes

Parte I

Llamaré inoportuna a la presencia del Estado donde no debe estar y ausente ahí donde sí se lo requiere. Un ejemplo de esta presencia inoportuna está en la sobre regulación a la actividad de profesionales independientes sobre ingresos (IVA 13% + IT 3%, además de impuestos trimestrales sobre el NIT, incluso cuando no hay actividad). Digamos que si un profesional genera Bs 2.000, casi un cuarto se va al Estado, esto es injusto comparado con otra actividad económica, como es la minería aurífera, que tributa sobre un IVA de 4,8%, a pesar de ingresos millonarios, y con total ausencia estatal en la regulación medio ambiental.
El Estado esta inoportunamente presente en la ideologización de contenidos en la educación primaria y secundaria, pero ausente para mejorar las competencias. Es que actualmente la educación “descolonizadora” no mejoró la educación y la prueba es que estamos en la cola, según calificadores internacionales de educación, como el sistema de evaluación PISA. Por ello la educación debe ser libre y no monopolio de un sindicato. Hay tantos profesionales en áreas sociales o científicas que bien podrían suplir a los mediocres maestros, dando clases a grupos reducidos en los barrios, con pagos y registros electrónicos, para reducir el papeleo, para que el estudiante se presente directamente a un tribunal examinador a la edad que quiera, en el tipo de bachillerato que elija y problema resuelto. En su tiempo libre puede fortalecer su cuerpo en gimnasios o en centros de entrenamiento.
El Estado tiene una presencia inoportuna al competir con las iniciativas privadas, cuando hace cartones, botellas, leche, azúcar, o distribuye carne o arroz, cuando su función debe ser la de dar condiciones al emprendedor, no ser su desigual competidor, ¿para qué? El actual proceder ha conducido a la creación de auténticos elefantes blancos, es decir empresas estatales deficitarias, que son botín para transitorias autoridades, que no contentas con los altísimos sueldos que perciben, se dedican a licitaciones fraudulentas y adquisiciones sobre dimensionadas, para sacar aún más redito de las arcas públicas. No se quiere decir que el Estado deba estar ausente, pues se necesita regulaciones que tengan fuerza de ley para no afectar derechos individuales o colectivos, sino que las funciones del Estado deben ser de alta especialización en sus servicios públicos y para eso se requiere que se restituya la carrera administrativa. Así el servicio público no será para dar cuotas de poder a improvisados.
Si de dinero se trata, existe mucha riqueza que el Estado en su ausencia no capta, como el dinero que mueven el contrabando y las drogas, con capitales que distorsionan los mercados legales. Por lo que el Estado tiene el desafío de regular estos mercados, legalizándolos o prohibiéndolos por completo, pues las soluciones intermedias no sirven más que para el tostado de café, el tostado intermedio, que llamo tostado boliviano, que está entre el tostado europeo y el tostado americano.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES