Trato de hallar respuesta a por qué no podemos encontrar un punto de entendimiento entre los bolivianos, después de casi 200 años desde la independencia de la Patria. Nuestra situación sigue siendo critica en todo aspecto, somos uno de los países más pobres de la región, a pesar de ser un país bendecido con inmensas riquezas naturales. Bolivia no tiene de dónde sacar las divisas que necesita. En este contexto, no queda más que recurrir a los dólares que están en manos de la población, que se calcula en 10.000 millones.
Somos un país desunido y sin esperanza de mejoría a medio o largo paso; nuestras instituciones son vulneradas, no hay garantías para la integridad personal, tampoco hay honestidad ni legitimidad en las instituciones judiciales. Me aventuré a salir del país en 1973, cuando los tanques y los militares estaban en las calles de la ciudad de La Paz. Pero después de tantos años, francamente el caos, la incertidumbre, la pobreza y la nefasta política que nos gobierna siguen.
En cambio, un país que solamente tiene 9 millones de habitantes, con 7 semi independientes emiratos, tiene una historia muy diferente. Me refiero específicamente a los Emiratos Árabes Unidos. La historia de los Emiratos Árabes Unidos (UAE) es sumamente interesante, pues después de leer textos al respecto, descubrí que este país fue compuesto por nómadas y su fuente de ingresos dependía de la pesca y la búsqueda de perlas, durante muchos años.
La vida moderna de este país comenzó en 1951, cuando los británicos establecieron el Consejo de los Estados de la Tregua, que por primera vez juntaba a los gobernantes de los jequeatos de lo que más tarde se convertiría en una federación. Cuando el Reino Unido anunció su marcha de la región en 1968, el jeque Zayed Bin Sultan Al Nahyan asumió el liderazgo en la formación de alianzas entre los siete emiratos que formaban los Estados de la Tregua.
El 2 de diciembre de 1971, gracias a la persistencia del jeque Zayed, se crearon los Emiratos Árabes Unidos, compuestos por los emiratos de Dubái, Abu Dabi, Ajman, Fuyaira, Sharjah y Umm Al Quwain; en 1972 se unió Ras Al Khaimah. Por increíble que parezca, dada la volubilidad de la región, hoy los EAU siguen siendo la única federación de estados árabes de Oriente Medio. Es más, el apoyo financiero de Abu Dabi, rico en petróleo, durante la crisis económica del 2019 estrechó los vínculos entre los emiratos, probando el compromiso y la interdependencia entre ellos.
La representante emiratí ante las Naciones Unidas señaló la importancia de combatir activamente toda manifestación, discurso y acto de odio y racismo, así como toda forma de extremismo para conseguir la paz y preservarla con la meta de prevenir la violencia.
Su Alteza, el jeque Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, vicepresidente y primer ministro de Emiratos Árabes Unidos y gobernante de Dubái, ha manifestado que su país es llamado a ocupar un muy importante lugar en el futuro. Toda persona que vive en este país ama cada grano de arena que hay en él. Adoramos a Emiratos Árabes Unidos, escribió el jeque Mohammed.
Quizás mi comparación de Bolivia con los Emiratos Árabes Unidos es un poco injusta, sin embargo, nos da una pauta para aprender algunos aspectos de cómo un país supo lograr progreso, gracias a sus gobernantes, y reinvertir sus ganancias del petróleo, reafirmando con hechos concretos su soberanía, sus tradiciones, practicando la solidaridad y la unidad para trabajar y respetar su patrimonio y su cultura.
Londres, Inglaterra.