Es una fórmula desarrollada por científicos brasileños y ha exhibido una buena eficacia en pruebas con ratones.
Una nanoemulsión con partículas de curcumina –una sustancia conocida por su acción antioxidante y antiinflamatoria– exhibió capacidad para modular la microbiota intestinal en ratones que padecían la inflamación de ese órgano. Los experimentos se concretaron en Brasil y estuvieron a cargo de investigadores de la Universidade do Oeste Paulista (Unoeste) y de la Universidade Estadual Paulista (Unesp).
Los resultados de esta investigación, apoyada por la FAPESP (proyectos 22/12823-0, 20/15185-0 y 17/03879-4), se dieron a conocer en el International Journal of Pharmaceutics.
La curcumina es un polifenol existente en la cúrcuma (Curcuma longa) y forma parte de un grupo de componentes bioactivos denominados curcuminoides. Este compuesto ha adquirido relevancia en el combate contra las enfermedades inflamatorias intestinales. Con todo, aún existe un reto por superar: la biodisponibilidad de la curcumina es baja cuando se administra por vía oral. Y el problema es aún mayor en personas con la enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y otras condiciones patológicas asociadas a la inflamación intestinal y a alteraciones en la microbiota.
Con el objetivo de mejorar la eficacia de la curcumina en estos casos, los científicos desarrollaron una emulsión con partículas nanométricas de curcumina, invisibles a simple vista. “El trabajo se concretó en dos etapas. Durante la primera se elaboró la nanoemulsión para el transporte de la sustancia y se evaluaron la estabilidad y las características morfológicas y fisicoquímicas”, comenta la farmacéutica y bioquímica Lizziane Kretli Winkelströter Eller, docente de las carreras de Farmacia y Nutrición en la Unoeste, quien participó en la investigación.
El paso siguiente consistió en poner a prueba la acción de la nanoemulsión en ratones. A tal fin, los investigadores indujeron en los animales un cuadro de inflamación intestinal aplicándoles un fármaco llamado indometacina. Luego se les administró a los animales la nanoemulsión por vía oral durante 14 días. Al cabo de ese período, se evaluó el impacto de dicha sustancia mediante exámenes macroscópicos, histopatología (una técnica que consiste en analizar en el microscopio el tejido fijado en parafina) y metagenómica (la secuenciación de toda la comunidad de microorganismos del intestino).
De acuerdo con la investigadora, fue posible observar que la nanoemulsión de curcumina puede erigirse como una buena estrategia con miras a mejorar la biodisponibilidad de la sustancia y que logró modular la microbiota intestinal de los roedores tras el daño causado por la indometacina, con el consiguiente incremento de la presencia de bacterias beneficiosas en el órgano. “La nanoemulsión no generó una mejoría significativa de la inflamación de los ratones tratados con relación al grupo de control. Pero la cantidad relativa del género Lactobacillus fue alrededor de un 25 % mayor en el grupo al que se le administró la nanoemulsión de curcumina.”
Este fue el primer estudio referente a la evaluación del efecto de la utilización de esta sustancia de ese modo y puso de relieve la importancia del desarrollo de nuevas fórmulas, a los efectos de perfeccionar el uso de la curcumina en la prevención y en el tratamiento de la enfermedad intestinal inflamatoria, dado que se ha mostrado como una buena opción con relación a los tratamientos aplicados actualmente contra esta afección, cuyo costo es elevado y poseen efectos colaterales significativos.
El grupo de científicos sigue trabajando en la evaluación del potencial otros nutracéuticos en forma de nanofórmulas. “Con respecto a la nanoemulsión de curcumina específicamente, estamos ajustando la fórmula para aumentar la biodisponibilidad de la sustancia activa y pronto la aplicaremos en otros protocolos de daño intestinal”, comenta Kretli Winkelstroter Eller… (Agencia FAPESP).