Abandono a campesinos bolivianos en Argentina

Un problema de gran magnitud enfrenta el Estado Plurinacional boliviano con motivo de la denuncia de una economista argentina, conocida mediante un diario de Buenos Aires, en sentido de que, desde hace alrededor de veinte años, miles de campesinos bolivianos, en especial aymaras del altiplano, han migrado en caudalosa cantidad (y lo siguen haciendo) a ciudades del vecino país. Es decir, desde la frontera con La Quiaca, Salta, Tucumán y Córdoba, hasta llegar a Buenos aires, donde se han convertido en una población laboriosa que podrá tener “gran importancia” en el futuro argentino.
En particular, un anillo de gran extensión, que comprende grandes zonas de Buenos Aires, como ser Morón, Escóbar, Pilar y Plata, ha sido ocupado por agricultores indígenas bolivianos que abandonaron sus tierras y se han dedicado a la producción de verduras, frutas y hortalizas. Ellos abastecen con alrededor del 30 por ciento de los alimentos de esa naturaleza que requiere la población bonaerense.
Esos agricultores han construido grandes centros comerciales de distribución de alimentos y cultivan la tierra denodadamente, gozando, en muchos casos, de la propiedad privada y de todos los derechos que concede la legislación agraria. En nuestro medio, esos derechos han sido desconocidos por el Estado Plurinacional de Bolivia mediante la Constitución Política del año 2009.
Sin embargo, esa información que principalmente señala que alrededor de un millón de indígenas ha “invadido” los alrededores de grandes ciudades argentinas, revela que las condiciones de trabajo basadas en el trabajo asalariado que practican los campesinos bolivianos con sus compatriotas bolivianos, ha llegado a un alto grado de explotación, que inclusive no tiene la atención del Estado argentino. Además, la explotación laboral en el país vecino ha llegado al extremo de alcanzar el nivel de esclavismo, en especial en talleres textiles, que es otro de los rubros que han organizado estos pobladores bolivianos que abandonaron nuestro país.
Por otra parte, la prensa argentina reitera que allí el Estado no presta atención a esa realidad que se desarrolla dentro de su propia sociedad y que tiene tanta importancia. No obstante, el nuevo gobierno del país vecino ha anunciado que adoptará algunas medidas para enfrentar este asunto, cuya causa inicial se encuentra en Bolivia. En ese sentido, lo más notable de esta tragedia que vive el campesinado boliviano en Argentina, es que el gobierno de nuestro país no presta ni la menor atención al asunto mencionado y, más aún, es el que ha originado este estado de cosas, al no considerar en profundidad el problema de la tierra.