Freddy Villca Vasquez
Desde hace 12 años las importaciones de motocicletas llegaron a un valor de 613 millones de dólares, lo que significa un crecimiento del 77%, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En 2021 China ocupó el primer lugar como exportadora de motocicletas, por 77 millones de dólares, seguido de India con un 22% en el mercado de motos. Otros proveedores con menor participación: Japón (3%), Alemania (1%), Austria (1%) y el resto de países con 4%.
También fueron importadas motocicletas con cilindradas superiores a 800 cm3, entre 250 y 500 cm3, entre 500 y 800 cm3, y motos con motor eléctrico. Las motocicletas son mayoría dentro del parque automotor de Bolivia, con 657.718 unidades en 2021, de las cuales la mayoría es para uso particular.
Es un vehículo liviano y práctico para transporte en áreas urbanas y rurales, sobre todo en zonas de alto tráfico vehicular. Pero al mismo tiempo que aumentó este tipo de importaciones, también fueron identificados hechos ilícitos en contra de esta clase de transporte, sobre todo en el oriente boliviano, donde la motocicleta no es solo para transporte personal, sino usado como taxi de servicio público.
En ese entendido, los propietarios de motocicletas en la presente gestión, hasta antes del quinto mes denunciaron alrededor de 673 robos de motos, en diferentes lugares del país. Entre ellas Santa Cruz con 158 casos, Cochabamba con 186, Beni con 109, Pando con 90, Tarija con 69 casos y La Paz con 33 denuncias. Como se puede evidenciar, en las regiones del altiplano, las denuncias de robo son menores de 33 casos, como en Oruro con 8 casos y Potosí 14.
Estos vehículos suelen ser sustraídos cuando son parqueados, al estar sin cadena de seguridad, sin alarma o por más de una hora en vías de gran afluencia o zonas alejadas. Las motocicletas una vez sustraídas pueden ser desmanteladas. Muchas de ellas llegan a ser revendidas con menor precio, pero sin placa de control, como si fueran indocumentadas.
Al mismo tiempo, en el uso de este tipo de transporte, una vez que llega a ser sustraído, puede ser utilizado para cometer otros ilícitos, desde el robo de carteras, celulares, seguimiento de víctimas, robos agravados a domicilios o a personas en estado de ebriedad, sin descartar en varios casos que también fueron utilizadas para sicariato (muertes de personas por encargo).
La fácil adaptación de sus placas de control o la no denuncia de la ciudadanía por motocicletas sin placas de control, se convierte en uno de los factores que hace que delincuentes utilicen este tipo de motorizados para una serie de hechos delictivos.
Por lo anteriormente dicho, la Policía Boliviana suele ser persistente al solicitar que las personas que sufrieron el robo de sus motocicletas, lleguen a formalizar sus denuncias ante la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (DIPROVE), así como denunciar ante cualquier policía de parada, sobre la presencia de motocicletas sospechosas y que no tengan placas de control legibles.