jueves, marzo 28, 2024
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El imperio británico despidió a la reina Isabel II

¡España había empezado la conquista de América en 1492, motivada por la extracción de recursos oro, plata y otros, así como la difusión del catolicismo, buscando la conversión de las poblaciones indígenas. Así se implantó en el Nuevo Mundo una administración que era un duplicado de la administración peninsular.
Motivado por el crecimiento del imperio español, a principios del Siglo XVII, Inglaterra comenzó su conquista en América mediante el establecimiento de la colonia de Jamestown en 1607, lo que sería el comienzo de lo que se conoce como las Trece Colonias en Norteamérica.
Este fue el origen de Estados Unidos, de las provincias marítimas de Canadá y de pequeñas islas en el mar Caribe, como Jamaica y Barbados. En las colonias productoras de azúcar del Caribe, la esclavitud se convirtió en la base de la economía. Eran las colonias más importantes y lucrativas para Inglaterra.
La época de mayor esplendor del Reino Unido fue en la segunda mitad del Siglo XIX, que coincidió con el también dilatado reinado de Victoria I, conocida como la “era victoriana” (1837-1901).
Fue el período cuando Gran Bretaña se convirtió en la primera potencia mundial: tenía un extenso imperio colonial, una economía próspera. Era dueña de mares y del comercio y estaba preparada para el despegue técnico e industrial.
Cuando la reina Victoria llegó al trono, Inglaterra era un país esencialmente agrario y rural. Cuando falleció era otro país: estaba industrializado y conectado con una red vial creciente.
Hace pocos días falleció la reina Isabel II del Reino Unido, que había llegado al trono en 1952. Tuvo uno de los reinados más extensos de la historia británica, marcado por su fuerte sentido del deber y su determinación por dedicar su vida al trono y a su pueblo. También fortaleció la Mancomunidad de Naciones con más de cincuenta países, algunos de estos son: India; Pakistán; Canadá y otros, que agrupan a 2.500 millones de personas.
Tras la muerte de la reina, su hijo Carlos asumió el trono, como el rey Carlos III del Reino Unido, una monarquía parlamentaria que, para desarrollar sus funciones, necesitan una de la otra.
Cuando Isabel II llegó al trono, el papel político de la Corona se había reducido a casi nada. Sobrevivieron dos áreas en las que ella, como monarca, tenía voz: a quién llamar para convertir en primer ministro y formar gobierno, y cuándo podría disolverse el Parlamento.
Como se dice en una nota de la BBC, el papel político de la reina había desaparecido, Su destino institucional era SER, papel que lo había entendido desde el principio. Este fue el papel no escrito de la monarquía moderna, donde la reina, sin la protección de la tradición ni la preparación de los precedentes, impulsó su reinado solo con el carácter.
A medida que la desilusión siguió a las grandes esperanzas de un cambio político, a medida que el cinismo se afianzaba y los líderes políticos eran ridiculizados, una reina que no generaba controversia y nunca pasaba de moda se convirtió en una figura de continuidad incorruptible para una nación sacudida por el cambio, la decepción y la división.
Su abuelo sentó las bases de una monarquía que sirvió a la nación en lugar de gobernarla. El reinado de su padre lo decidió el destino: se vio envuelto en un papel que no esperaba y vistió uniforme militar durante gran parte de su tiempo como rey.
Pero la reina se mantuvo al margen de todo eso no por jerarquía sino porque ella –con una anticipación que aún asombra un poco– nunca se involucró en lo superficial del día a día, en el vaivén de la vida moderna.
Si bien el rey es el jefe de Estado del Reino Unido, los poderes del monarca son simbólicos y ceremoniales, pues los reyes británicos se mantienen neutrales políticamente.
El Reino Unido tiene una superficie de 243.610 Km2, aproximadamente la cuarta parte del territorio boliviano; con una población de casi 70 millones de habitantes, cinco veces más que la población boliviana; y una densidad de 275 habitantes por Km2.
Nuestras relaciones diplomáticas con el Reino Unido datan de 1837, cuando reinaba Guillermo IV, y en Bolivia gobernaba don Andrés de Santa Cruz y Calahumana.
Y estas relaciones deberían ser cada vez más fortalecidas, tanto por el trabajo del Gobierno como de los empresarios.
No olvidemos que la economía británica es la sexta más grande del mundo y ha crecido de manera continua durante los últimos años. Londres es el principal centro financiero del mundo y ahí se concentran mayormente los inversionistas.
Los británicos son expertos en la promoción y regulación de diferentes mecanismos financieros, como las Asociaciones Público-Privadas, los bonos verdes y tecnología financiera como el uso de teléfonos inteligentes para la banca móvil.

El autor es Economista, licenciado en la UMSA, doctorado Ph.D. en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador de Argentina, Académico de Número de la ABCE y presidente del Directorio de la UREAL.

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