El uso del láser en las especialidades médicas se ha generalizado, y más aún en la odontología. Atrás quedaron las malas experiencias en la consulta dental, con el molesto ruido del taladro y el dolor en la aplicación de la anestesia local. Ahora con el láser terapéutico la atención es un momento relajado y sin el estrés que generaba una visita a esta especialidad.
“En odontología, el uso del láser de baja potencia se aplica en los tejidos blandos para la regeneración de los mismos tejidos, alivio del dolor, reducir la inflamación, edema y acelerar la cicatrización. A diferencia del láser de alta potencia, que es recomendado para deshidratación, coagulación, carbonización y vaporización”, explica el odontólogo Rufo Chávez.
El uso del láser ha significado un cambio trascendental en los procedimientos dentales para los niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, pues ahora pueden acceder a tratamientos más conservadores y preventivos, lejos de las molestias y el dolor que representaba la utilización de anestesia o el ruido de los instrumentos rotatorios, entre otros.
Aplicaciones
Chávez menciona que existe una serie de aplicaciones con láser para los diferentes procedimientos dentales y recomienda tener en cuenta que los especialistas deben estar capacitados para un uso adecuado.
El odontólogo menciona alguno de ellos, como el procedimiento terapéutico dental, pues una de las ventajas del láser es que ofrece la posibilidad de realizar tratamientos sin la utilización de anestesia, que es común en los procedimientos convencionales. Esto es ideal para la remoción de caries, desinfección en la cavidad dental y posterior obturación.
También está la especialidad de periodoncia, cuyo uso del láser consiste en un procedimiento que elimina el cálculo por fotoablación (micro eliminación de tejido) y es capaz de eliminar la mezcla de restos de cemento, toxinas de los materiales de obturación, bacterias, entre otros. En la endodoncia se desinfecta los conductos radiculares, logrando una obturación satisfactoria.
Asimismo, el especialista señala que el láser es utilizado en cirugía oral, muy usado en otros países, pero en Bolivia recién se está empezando. “Es el más indicado, debido a su precisión en el corte y por la coagulación que permite. Entre otras ventajas, está que el tejido circundante a la zona de aplicación no sufre daño alguno, lo que evita complicaciones intra y postoperatorias, en comparación con la cirugía convencional”.
Diferencias
Chávez asegura que muchas veces los pacientes confunden la luz halógena con el láser, cuyas funciones son distintas y que, por desgracia, en algunos casos son engañados en su buena fe. Por esta razón -advierte- es necesario mencionar sus diferencias para que sean tomadas en cuenta al momento de realizarse cualquier tratamiento.
“La luz halógena produce una luz azul que no tiene acción alguna sobre el diente, su aplicación está en el material de relleno que se usa sobre la tapaduras o restauraciones de resina compuesta o composite, en las que produce una reacción que hace que se endurezca o active para poder ajustar estos materiales a la cavidad”, explica el especialista.
Además, señala que la diferencia con el láser es el color de luz, que es infrarrojo y la función que cumple es reducir las molestias y el tiempo de curación. “Tiene la ventaja de esterilizar las encías para evitar infección, reduce la pérdida de sangre a diferencia de la cirugía tradicional, elimina la inflamación de encías, regenera los nervios dañados y la cicatrización es rápida, entre otros”.
Capacitación
El odontólogo Rufo Chávez lleva más de 27 años en el ejercicio de su profesión y ha participado en un sinnúmero de capacitaciones en el extranjero, en diferentes especialidades, una de las que realizó el mes pasado fue en Perú, precisamente en la aplicación del láser, pues es conocido que en el área de salud siempre hay algo nuevo que aprender.
“Tengo más de 27 años de experiencia en odontología y cerca de 4 años en la aplicación del láser en el país, con bastante éxito, en los pacientes. Gracias al láser ahora los niños ya no tendrán miedo de asistir a consulta, porque ya no se tendrá que aplicar anestesia para las curaciones y pueden acceder a este procedimiento a partir de los 4 años de edad”, asegura el odontólogo.
El especialista recomienda a las personas que asistan a un control dental por lo menos unas 3 veces al año para tener un control del estado de la salud bucal y no como se suele hacer cuando las caries están avanzadas y causan dolor insoportable.