La vida tiene momentos especiales, en el caso de María Eugenia García su primer contacto con la química definió y marcó su destino. Desde la escuela hasta el doctorado, pasando antes por el colegio y la universidad, esta rama de la ciencia la atrapó, de tal manera, que nada ni nadie impidió que llegara a sus objetivos.
Actualmente, la destacada profesional desempeña el cargo de Vicerrectora de la Universidad Mayor de San Andrés.
¿Cuándo empieza su motivación por la química?
Estudié en el Colegio Santa Teresa los 12 años, donde tuve una importante motivación en mi formación posterior y fue mi profesora de química, quien, con esa transmisión de la pasión por la materia, me motivó a estudiar la Carrera de Ciencias Químicas en la Facultad de Ciencias Puras y Naturales de la Universidad Mayor de San Andrés.
A mis 22 años fui mamá de mi primer hijo, lo cual representó la más inmensa alegría de mi vida, un cambio, por supuesto, además de un reto. Las ganas de salir adelante como profesional y como mamá me llevaron a tener una vida muy dedicada a mis estudios y mi casa, sacrificando muchas noches de sueño, sacrificando muchas cosas, entre ellas por supuesto, momentos de diversión, porque además fui auxiliar de docencia, pero llegó el momento gratificante de graduarme de licenciada en ciencias químicas.
En qué momento nace la idea de defender el medioambiente
Desde estudiante encontré la pasión por el cuidado del medioambiente y juntamente con mi docente guía de la tesis, creamos el área de química ambiental dentro de la Carrera, un área bastante exitosa e importante en este momento, que fue creciendo con el paso de los años.
De qué manera contribuyó la especialidad en su profesión
Esta formación me llevó a realizar inicialmente algunas consultorías en el área ambiental, donde me fui vinculando con diferentes empresas e instituciones que necesitaban estudios ambientales, ya que por 1995 ya se contaba con una ley de medioambiente y su reglamentación.
Esto, me llevó a ser parte de una empresa consultora en el área ambiental, donde ocupé la Gerencia General por varios años, esta empresa desarrolló trabajos importantes con instituciones nacionales e internacionales de alto prestigio.
El año 1997 fue muy especial ya que a inicios tuve mi segundo hijo, otra alegría inmensa y una motivación más para seguir adelante; el mismo año, entré a trabajar en la Universidad Mayor de San Andrés, a tiempo parcial, donde continué desarrollando mi vida profesional hasta el momento.
¿Qué otras especialidades cursó?
Hice una especialidad en Eficiencia Industrial y Sistemas de Gestión Ambiental, posgrado que duró dos años, con una dedicación de varias horas por día y prácticas en diferentes industrias, lo cual me abrió mucho más el campo de trabajo, conocimiento y vínculos.
Asimismo, pasé dos diplomados, uno en Estadística Aplicada a la investigación científica y otro en Educación Superior.
Posteriormente, se me presentó la oportunidad de hacer un doctorado, en Lund, Suecia, lo cual representó mucha alegría, pero también con muchas interrogantes internas relacionadas a la vida fuera del país, a los idiomas extranjeros, entre otros.
Cómo influyó en su vida familiar el hecho de tener que estudiar y compatibilizar con su vida hogareña
A pesar de lo difícil que fue dejar a mis hijos en un inicio, seguí adelante y luego con ellos allá en la escuela fue uno de los tiempos más hermosos de aprendizaje, no solo de los temas técnicos, sino de la vida misma.
Cómo fue su vida cuando cursaba el doctorado
Este doctorado lo realicé en el área de Hidroquímica y mi tesis doctoral en contaminación natural y minera en arsénico y metales pesados en el Departamento de Ingeniería de Recursos Hídricos de la Universidad de Lund, gracias al apoyo económico de la Cooperación Sueca.
Durante los cinco años de formación doctoral, conocí a personas de diferentes partes del mundo, compañeros de los cinco continentes, conocí también a personalidades importantes, quienes ganaron premios Nobel.
Finalmente, llegó el momento de la defensa de mi doctorado, tres horas de defensa que parecieron eternas, una de presentación del trabajo mismo, otra de debate con el oponente (un experto internacional en la materia elegido por la Universidad) y luego el debate y preguntas por parte del tribunal; este tiempo pasó y aprobé después de una excelente presentación, llegó el momento de la alegría y de compartir con quienes se convirtieron en casi una familia al otro lado del mundo.
Qué iniciativas y proyectos realizó de retorno a Bolivia
Al regresar y dentro del trabajo de la Universidad Mayor de San Andrés, se pudo fortalecer aún más el área de química ambiental, consiguiendo proyectos no solo de la cooperación sueca con la que seguí trabajando, pero además proyectos con la Unión Europea, la cooperación española, francesa, canadiense y otras, donde la red de trabajo se fue ampliando a varios países y varias universidades de diferentes partes del mundo. Esto, no solo fue para beneficio de los estudiantes de la carrera en esa área, sino también de estudiantes y docentes extranjeros que vinieron a hacer sus trabajos en Bolivia.
Qué ideas propuso desde la Vicedecanatura de la Facultad de Ciencias Puras y Naturales
Cuando me postulé a la Vicedecanatura de la Facultad de Ciencias Puras y Naturales, gané con amplio margen. Afortunadamente, desarrollé una exitosa gestión que me llevó a una reelección. Los seis años de gestión en el Vicedecanato de la Facultad con unos tres meses de decanato interino, fueron de importante impacto para el desarrollo de temas tecnológicos, académicos y científicos de la facultad y, por supuesto, el aporte a la Universidad en su conjunto. Durante ese tiempo, se realizó el segundo congreso de la Facultad de Ciencias Puras, después de 30 años, con interesantes resultados que actualmente son aplicados en la misma.
Posteriormente seguí desarrollando investigaciones en el área de contaminación de aguas, metales pesados en diferentes sitios, cuyos resultados se fueron publicando en revistas nacionales e internacionales, además se fueron difundiendo en diferentes congresos a los cuales fui invitada en calidad de expositora, en diferentes partes del mundo como Taiwán, Japón, China, varios países europeos, Norteamérica, México y, también realicé varias ponencias en Sud América y en Bolivia, inclusive en provincias, donde fui a transmitir mis conocimientos.
Con toda esta experiencia, fui invitada a presentar un trabajo de tesis para lograr ingresar después de su aprobación en la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia como académica de Número. Posteriormente, ingresé en la Academia Boliviana de Educación Superior y en la Academia Boliviana de Química.
Se me presentó también la oportunidad de presentarme como candidata a la Dirección del Instituto de Investigaciones Químicas, donde gané ampliamente y estuve desarrollando e impulsando la investigación científica en esta institución.
Fui invitada por un tiempo corto como directora de la Dirección de Investigación, Postgrado e Interacción Social de la Universidad Mayor de San Andrés en el tiempo más rígido de la pandemia, donde, a pesar de todo esto, se lograron actividades importantes en la virtualidad.
¿Llegar al Vicerrectorado de la UMSA era uno de sus objetivos?
El trabajo realizado como Vicedecana de la Facultad de Ciencias Puras, que ha sido bastante exitoso, y también el trabajo indirectamente para toda la Universidad Mayor de San Andrés, los resultados obtenidos que han sido bastante positivos, han sido motivaciones para postular al Vicerrectorado. Quienes han confiado en el trabajo realizado y el aporte dado a nuestra casa de estudios superiores me han elegido como Vicerrectora y estoy trabajando ahora cumpliendo ese sueño y trabajando para desarrollar el componente académico de investigación, de interacción social, de innovación para la Universidad, que directamente es para la sociedad en su conjunto.