Muchos libros históricos escritos por personajes célebres, auspiciados por instituciones cívicas y culturales o por iniciativa propia, coinciden en recordar hechos y acontecimientos de los inicios del coloniaje en América. Según dichas obras, los conquistadores españoles dividieron el antiguo Imperio Inca en dos grandes territorios: Al norte, Nueva Castilla, que fue entregada a Francisco Pizarro y, al sur, Nueva Toledo, lo que hoy es Bolivia, a Diego de Almagro. Esa división disgustó a los almagristas, lo que ocasionó una guerra civil que duró varios años. Esta pugna terminó con la victoria de Francisco Pizarro y sus hermanos Hernando y Gonzalo.
Los colonialistas establecieron un sistema por el cual se encomendaba a un español una comunidad indígena que debía entregarle su fuerza de trabajo y un tributo. Este régimen fue muy explotador para los indígenas y dio lugar a la famosa prédica de Bartolomé de Las Casas, que denunció no solamente lo que pasaba en el Perú, sino en toda América respecto al terrible trato y muerte de los indígenas por culpa de la encomienda.
En 1542 salen las nuevas leyes que elimina este sistema. Gonzalo Pizarro se rebela contra estas leyes. La Corona española con estas medidas buscaba que los indígenas ya no dependieran de los conquistadores, sino que sean vasallos del rey y que el gobierno de las colonias ya no esté a cargo de los conquistadores, sino del virrey. Esto originó una segunda guerra civil, que llegó a su final con la derrota de Gonzalo Pizarro. Según la historia, esta parte tiene directa relación con la fundación de La Paz.
En septiembre de 1548, el victorioso pacificador del Perú, Pedro de La Gasca, en un encuentro que tuvo con Alonso de Mendoza, en Nazca, le entrega las respectivas órdenes escritas para que funde la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, en homenaje a la pacificación de estas tierras. De esta manera, el 20 de octubre de 1548, Alonso de Mendoza creó la ciudad de La Paz en Laja, pero continuó su camino y, al encontrar un valle conocido como Chuquiago, la trasladó a este lugar. La razón del nombre de la nueva ciudad, fue sobre todo que se fundaba una ciudad en conmemoración a la pacificación del reino, y de ahí que en el escudo de La Paz se haya incluido la frase: “Los discordes en concordia, en paz y amor se juntaron y pueblo de paz fundaron para perpetua memoria”.
La Paz es una ciudad noble donde conviven todos. Existen paceños y no paceños notables que trabajan por el progreso y el bienestar de nuestra ciudad ¡Oh Linda La Paz!, por ejemplo, el Dr. Raúl Coca G. uno de los pioneros en el tema auditivo, gerente de “Audio Digital”, con experiencia y especialización en USA, Canadá, Suiza y Alemania hace 26 años y representante de los audífonos Zerena 9 que ofrece tecnología Premium y ahora los BHM austriacos para enfrentar las situaciones auditivas más desafiantes.
También mencionamos a la Dra. Yolanda Osinaga Hidalgo de “Biosalud”, Magister en terapia preventiva y ocupacional, bioquímica farmacéutica, tiene como misión contribuir en el mejoramiento de la calidad de vida de los paceños a través del diagnóstico de ayuda diagnostica que satisface las exigencias de la medicina moderna. Galardonada y reconocida por los premios Maya 2019 y 2021 por su solidaridad para combatir el COVID-19.
La Dra. Amparo Loza Aguirre, quien colaboró con la entronización de la Virgen del Pilar y del Apóstol Santiago, en la parroquia San Sebastián, miembro de la Federación Internacional de Abogados (FIA), que es una organización internacional que lucha por la preservación del Estado de Derecho, de la democracia, de la administración de justicia. Fue Vicepresidenta del directorio de la junta de vecinos San Sebastián, el barrio más antiguo de la ciudad de La Paz, donde se fundó nuestra ciudad.
Así como el Lic. Juan Martin Lafuente Mayta, director de la Escuela Financiera GIPET, un instituto superior de educación que prepara a las nuevas generaciones en profesiones que contribuyen al desarrollo de La Paz, fundada el 16 de noviembre de 2004.
Así, nuestra ciudad a pesar de tantos problemas por ser sede de gobierno, seguirá adelante en el devenir del tiempo y la historia, gracias a la pujanza de los paceños y no paceños que vivimos en ella.
¡Felicidades La Paz!