viernes, abril 19, 2024
InicioSeccionesEditorialDesarme de ánimos de rencor y odios

Desarme de ánimos de rencor y odios

La preocupación por la salud de la población se ha constituido en tema central en varias instituciones públicas que consideran que la pandemia del Covid-19 no está siendo atendida efectivamente por las autoridades nacionales. Ese malestar que recibe tanta atención debe tener algo de verdad, ya que, como dice el refrán popular, “cuando el río suena es porque piedras trae”.

Al respecto, una de las opiniones notables corresponde a la Iglesia, en particular a la de monseñor Giovani Arana, de la Diócesis de El Alto, que demandó a la jerarquía burocrática del Estado Plurinacional que atienda por la vida de los sectores populares, “porque no se puede olvidar que al final todos somos hermanos”.

Ese destacado miembro de la Iglesia agrega que “Duele ver que nuestras autoridades, que deben velar por el cuidado de la población, no asuman sus responsabilidades directas para evitar que se sumen contagios y muertes”.

Las reflexiones del obispo de El Alto son muy oportunas por el creciente número de contagios, falta de hospitales, carencia de medicamentos, escasez de oxígeno y otros y también, por otra parte, por el descuido de algunos grupos de la población que no cumplen con las instrucciones y medidas preventivas, de sentido común y que, en realidad, constituyen las formas más eficientes para combatir la propagación del virus.

Así mismo, con más claridad, el obispo alteño insistió en su homilía dominical que es necesaria la reconciliación, pues, “no podemos vivir con rencor buscando hacer daño a quien es diferente a mí o está entrando en el círculo vicioso de la venganza”.

Esas palabras cobran pertinencia en momentos en que se habla de una cacería de brujas, por ánimos de rencor de partidarios que reflejan traumas y complejos de origen subjetivo y que no afectan la esencia espiritual del individuo.

La pacificación del país es una noble tarea de gobernantes y gobernados y no un objetivo pasajero de alguna circunstancia histórica. Al contrario, es una misión permanente que requiere el desarme de los ánimos afectados por hechos casuales y que pasan como las nubes cuando las lleva el viento.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES