viernes, marzo 29, 2024
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“Los derechos humanos son una quimera”

Parte II

Señores de la ONU, de una u otra forma, si nada hacemos para frenar estos actos de violencia, de vejámenes, actos cobardes, retrogradas y pusilánimes, como que en pleno Siglo XXI millones de niños mueran por bombardeos, por hambre, por sed y enfermedades, estamos siendo cómplices por omisión, de nada hacer ante semejantes atrocidades. Olvidemos las guerras, olvidemos la codicia. Si quieren dirimir conflictos entre países que se creen dueños de nuestra vida, de nuestro destino, que se enfrenten a la antigua, cuando “luchaban a muerte los dos reyes”. Emulemos este fragmento de la historia de la humanidad y los dos presidentes que diriman sus conflictos, ambiciones, imposiciones y sus taras mentales. Y estos dos con sus vidas luchen por lo que quieran (solo los dos egocentristas, narcisistas y ambiciosos), y así no pongan en juego la vida de millones de niños indefensos, millones de seres humanos que solo quieren paz, salud, felicidad y pan.
Esta es la infamia del mundo actual, con tantos adelantos tecnológicos, científicos y la “consolidación” de los derechos humanos a nivel mundial. Según las mentes brillantes que nos gobiernan, estamos en una escala evolutiva de la humanidad, que se encuentra en un apogeo, en el cenit de la humanidad y de la consagración universal de los derechos humanos. Bueno, es lo que nos quieren hacer creer las potencias extranjeras, aquellos que se encargaron de saquear nuestras riquezas, nuestras materias primas, minerales, ahora son saqueadores y profanadores de nuestra mente, por ende, de nuestro cuerpo.
Todo esto tiene una explicación, es el bombardeo por Facebook, chat, WhatsApp, por el celular, por la televisión con sus novelas de narcotraficantes que están siendo elevados a la calidad de héroes y donde a diario se observa la infidelidad como algo normal. Se vende desnudos y la comercialización del cuerpo de la mujer, como si esto fuera normal, natural. Por ende, nos roban nuestra identidad y cultura y sobre todo nos dejan sumidos en una drogadicción y modorra total, con nuestra atención puesta en todos estos adelantos tecnológicos de la modernidad, con el único fin de alejarnos de nuestra verdadera realidad, de mantenernos alejados (saquean nuestra mente) de nuestra pobreza, miseria y diarias penurias.
Los grandes capitalistas del mundo son seres sin sentimientos, ambiciosos y despiadados, nos roban nuestros sueños e ideales, nos roban nuestra mente, nuestra vida, vivimos robotizados, como zombis con los ojos y los dedos puestos en el celular, como si estuviéramos hipnotizados, absortos de todo lo que sucede en derredor nuestro. Esta es la manera moderna de colonizar a los pueblos, ya no con soldados y con armamentos, es una nueva forma de conquistar mucho más cruel y despiadada: colonizar nuestra mente y cuerpo.
Con toda esta tramoya los “dueños de la verdad”, las potencias del mundo, buscan distraer nuestra atención y dejarnos enfocados en todas estas otras garambainas, mientras ellos cometen genocidio, bombardeando no solo con sus telenovelas, que de una u otra forma inutilizan la mente de nuestros niños, jóvenes, mujeres y todo nuestro pueblo, sino también bombardeando con armas letales, matando niños, y mujeres sin culpa alguna, en la disputa por el poder, solo con fines de satisfacer los egos, de satisfacer el manipuleo y la subordinación de los pueblos, que tienen una identidad y cultura propias.
Son actos inhumanos que pasan en plena época de la modernidad y consolidación de los supuestos derechos humanos del hombre, lucrando a costa del sufrimiento, de la vida y explotación de los pobres, es un contrasentido, pero así es la realidad para nuestros pueblos. Qué hipocresía de los países desarrollados y modernos, que a título de la paz lleven la muerte y el llanto a niños y mujeres inocentes, violando todos estos preceptos humanitarios.
Esta es la falacia, el sofisma más grande de los derechos humanos que no existen, que supuestamente están consagrados a nivel mundial, pero solo para los que tienen privilegios, para los todopoderosos. Y es que a título de derechos humanos se quieren enriquecer con el manejo y control del poder político, económico, territorial; es la manera más vil, dirigida y convenenciera para saciar sus fines más bajos, de una felonía que tiene el control de medios para acrecentar solo su peculio.
En síntesis, los Derechos Humanos son solo una quimera. El día de hoy vivimos el homo homini lupus, el hombre es lobo del hombre.

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