Bicentenario de la nación boliviana

Con notable sentido colectivo, destacados sectores de la población boliviana se encuentran preparando el cumplimiento de los doscientos años de existencia de la Nación Boliviana, cuya fundación ocurrió el 6 de agosto de 1825, en medio del espíritu nacionalista que se cultivó durante una dura etapa de quince años de luchas patrióticas, iniciadas a raíz de los movimientos sociales de 1809 en Chuquisaca, La Paz, luego en Cochabamba y otros departamentos.
Esa actitud contrasta con la de algunos grupos anarco-populistas que tratan de negar la existencia bicentenaria de la nación y buscan hacer retroceder las manecillas del reloj de la historia, niegan que Bolivia es un organismo vivo y en permanente desarrollo y, al mismo tiempo, se oponen a analizar la complicada red de mecanismos sociales, de relaciones y sus condicionamientos internos.
Haciendo una comparación con la preparación y los festejos del primer centenario de Bolivia, en 1925, se observa que en la actualidad existe cierta indiferencia y hasta oposición a celebrar el acontecimiento que permitió a la nación recién nacida gozar de soberanía absoluta, gobernarse por sí misma, crear su propio Estado, tener en funcionamiento normal los poderes públicos. O, en síntesis, ser autora de su propio destino y del goce de sus bienes naturales y humanos, aun en medio de grandes dificultades y las defecciones de gobernantes carentes de sentido nacional y que añoran las condiciones del coloniaje y el feudalismo del pasado.
Para el primer centenario de Bolivia fueron preparados grandes festejos, pero en especial los culturales, para exaltar la creación de una de las primeras naciones del planeta que, en ese tiempo, no pasaban de veinte y hoy llegan a 195. Por ello nuestra nación es una de las primeras que protagonizó el movimiento mundial de creación de países y que todavía no ha concluido y tal vez está en su etapa de máximo crecimiento.
Se recuerda que, para el primer centenario de Bolivia, aparecieron libros, ensayos, obras de arte, hubo conferencias, concursos intelectuales, etc., bajo auspicio del presidente Bautista Saavedra, que movilizó a toda la nación para poner de relieve el suceso. Entre otros, el historiador Agustín Morales publicó el libro “Cien años de la Historia de Bolivia”. También hicieron aportes José Carrasco, Alcides Arguedas, etc.
Es, pues, de urgencia que el Estado y toda clase de instituciones movilicen a la ciudadanía para conmemorar el Bicentenario de Bolivia.