La Cámara de Representantes, controlada por una leve mayoría republicana, aprobó con una diferencia mínima de cuatro votos el ambicioso plan de recortes fiscales y gasto público del presidente estadounidense, Donald Trump. La votación, resuelta con 218 votos a favor y 214 en contra, se produjo tras un maratónico discurso del líder demócrata, Hakeem Jeffries, que se extendió durante 8 horas y 46 minutos, un récord histórico en la Cámara.
El proyecto tiene previsto extender los recortes fiscales de la primera Administración Trump de 2017, limitando programas sociales como Medicaid, eliminando incentivos para energías limpias e incrementando la financiación para políticas migratorias más estrictas.
“Esta podría ser la votación más importante que cualquiera de nosotros haga en toda su vida (…). El presidente de Estados Unidos espera con su pluma. El pueblo estadounidense espera este alivio. Ya hemos oído suficiente. Es hora de actuar”, defendió el presidente de la Cámara, el republicano Mike Johnson, antes de la votación. Con su aprobación, el proyecto de ley solo necesita ser remitido y firmado por Trump antes del viernes para entrar en vigor.
La Casa Blanca ya anunció que la rúbrica de la orden ejecutiva se llevará a cabo por el mandatario a las cinco de la tarde.
Los republicanos, con una ajustada mayoría de 220-212, apenas podían permitirse perder tres votos. Aunque algunos miembros del partido mostraron reticencias, la presión ejercida por Trump, incluidas llamadas telefónicas de última hora, fue clave para mantener el apoyo.
Sólo los republicanos Brian Fitzpatrick (Pensilvania) y Thomas Massie (Kentucky) fueron los dos únicos miembros del partido que votaron en contra de la medida.
Jeffries, por su parte, criticó el plan y lo calificó de “una abominación repugnante” que beneficia a los multimillonarios a costa de los ciudadanos comunes. Su intervención evocó anteriores discursos demócratas que denunciaban el impacto social y económico de las políticas de Trump.
TRUMP CELEBRA
APROBACIÓN
Luego de conocer su aprobación, Trump aseguró que el plan impulsará al país “como un cohete” y lo calificó como el mayor recorte fiscal de la historia.
“Es el mayor proyecto de ley de este tipo”, aseveró Trump mientras viajaba a Iowa, donde dará inicio a las celebraciones por el 250 aniversario de la independencia estadounidense, que se conmemorará en 2026. El presidente ha destacado que la reforma también será beneficiosa para la seguridad en la frontera con México.
PLAN FISCAL
El plan fiscal y de gasto impulsado por Donald Trump incluye una serie de medidas que buscan consolidar su agenda económica y social iniciada durante su primera legislatura.
En materia fiscal, el proyecto hace permanentes las rebajas de impuestos aprobadas en 2017, con un coste estimado de 2,2 billones de dólares. Además, amplía la deducción estándar y la exención del impuesto mínimo alternativo, al tiempo que eleva el Crédito Tributario por Hijos a 2.200 dólares, ajustado a la inflación.
Asimismo, las empresas se verán beneficiadas, ya que la normativa amplía exenciones fiscales para pequeños negocios y fomenta la inversión en equipamiento.
El plan introduce cambios fiscales adicionales. Por un lado, establece un nuevo impuesto del 1% a las remesas enviadas por inmigrantes a sus países de origen. Por otro, elimina los impuestos sobre los silenciadores de armas de fuego.
En el ámbito migratorio y de seguridad, el proyecto contempla recursos para la construcción del muro fronterizo, la adquisición de equipos de vigilancia y el refuerzo del personal dedicado al control migratorio.
Respecto a energía y medio ambiente, el plan suprime los subsidios para la compra de vehículos eléctricos y otras iniciativas de energía limpia, mientras que promueve la exploración y exportación de gas natural.
Finalmente, el proyecto incluye profundos recortes sociales. A partir de 2027, los beneficiarios de Medicaid sin dependientes deberán cumplir con requisitos laborales, educativos o de voluntariado para conservar la cobertura. Además, se restringe el acceso a ciertos no ciudadanos, penalizando a los estados que utilicen fondos propios para garantizarles asistencia médica. (RTVE.es)