El sindicato de policía alemán ha advertido que los nuevos controles fronterizos más estrictos solo podrán mantenerse durante «unas semanas más» debido a la creciente presión sobre los agentes. Según Andreas Rosskopf, presidente de la división de Policía Federal y Aduanas, solo han podido gestionar la situación ajustando los turnos de guardia y suspendiendo el entrenamiento y la reducción de horas extras.
Las medidas representan un cambio importante en la postura migratoria de Alemania y cumplen una promesa de campaña clave del canciller Friedrich Merz. La política de fronteras abiertas de la excanciller Angela Merkel de 2015 ha sido revertida, y se han añadido 3.000 agentes a los 11.000 que ya están estacionados en las fronteras alemanas.
Aunque el ministro del Interior afirmó que el número de rechazos aumentó casi a la mitad después del anuncio de las medidas, el número de solicitudes de asilo se mantuvo prácticamente estable durante la semana posterior al 7 de mayo.