El papa León XIV hizo un llamado ayer por una paz “justa y duradera” en Ucrania, así como un alto al fuego en Gaza y la liberación de los rehenes en este conflicto, como parte de un llamado general a “los grandes del mundo” a detener las guerras.
Desde el mismo balcón central de la fachada de la Basílica de San Pedro en la que se dio a conocer al mundo como León XIV, el Papa salió a las 12:00 horas a su primer acto oficial de cara al público, luego de la misa oficiada el viernes en la Capilla Sixtina y la reunión con el Colegio Cardenalicio del sábado.
Los asistentes, más de 100.000, gritaron “Leone, Leone”, para recibirlo. León XIV recordó que se trata del cuarto domingo del tiempo pascual y al mismo tiempo, del Jubileo de las Bandas Musicales y Espectáculos Populares. El Papa rezó por esas vocaciones y se dirigió a los jóvenes: “la Iglesia tiene gran necesidad de vocaciones, ¡no tengen miedo! Acepten a la Iglesia y al Señor”, en un mensaje que siguió una vez más la línea marcada por su predecesor argentino.
“MILAGRO DE LA PAZ”
Tras el rezo propiamente dicho del Regina Coeli y la bendición a los asistentes, León XIV inició su discurso, centrado en los conflictos armados que se desarrollan en la actualidad. “Llevo en mi corazón el sufrimiento del pueblo ucraniano”, lamentó el Pontífice, que pidió que se haga lo posible para alcanzar una paz “justa, duradera y verdadera” y para devolver con sus familias a los niños ucranianos que fueron llevados a la fuerza a Rusia.
También aseguró sentir dolor por la Franja de Gaza, donde León XIV pidió “que cese inmediatamente el fuego” y que “se dé ayuda humanitaria a la extenuada población civil y se libere a los rehenes”.
Por otro lado, el Pontífice recibió con satisfacción el cese de la fuerza armada entre India y Pakistán, también solicitó que se alcance un acuerdo completo y verdadero.
León XIV no siguió mencionando más casos porque, como él mismo lamentó, “hay tantos conflictos en el mundo…”. Por ello, encomendó en su rezo hacia la Virgen y Jesús que pueda “obtener el milagro de la paz”.
SALUDÓ A PEREGRINOS
Para finalizar su intervención, León XIV saludó “con afecto” a los asistentes romanos y de todo el mundo. En concreto, el Pontífice se dirigió a una serie de grupos de los que tenía certeza de su asistencia en la plaza, entre ellos, un grupo de médicos de Granada, y peregrinos de Valladolid y de Torrelodones, Madrid.
Por último, el obispo de Roma celebró el Día de la Madre, que en Italia tiene lugar este domingo, felicitando a todas, rezando por ellas y las que ya nos dejaron.
Desde primera hora de la mañana, miles de fieles han hecho cola para poder entrar en la plaza, que está vallada con un fuerte dispositivo de seguridad. Varios de los asistentes acudieron con un periódico para demostrar que estuvieron allí en un día que consideran histórico.
El Papa ya pudo saludar a los fieles horas antes, el sábado, con las visitas sorpresa al santuario agustino de la Santa María del Buen Consejo, en la localidad de Genazzano, próxima a Roma, y a la tumba de Francisco en Santa María la Mayor. (RTVE.es)