Con el compromiso de reflejar la realidad, desde la imparcialidad y la cotidianidad, la labor del periodista está cada vez más ligada a la tecnología y otras innovaciones que se presentan; sin embargo, algo que no parece cambiar con los años, es el trabajo tesonero que no tiene horario fijo ni feriados.
“Mi turno empieza a las siete, a veces estoy antes porque debo planificar mis cosas (…) no tengo horario de salida, es decir, sí debería irme a las seis (de la tarde), pero entre una y otra cosa, casi nunca me voy a esa hora”, relató un periodista radial.
Estos casos son muy recurrentes en el gremio y pasan desde hace mucho tiempo, cuando incluso amanecían en sus fuentes laborales.
“Antes era pues más fregado. Terminábamos tres, cuatro de la mañana, incluso más tarde, porque debíamos ver que no haya errores en las impresiones o teníamos que reescribir algo”, recordó un experiodista de un medio escrito.
“Los turnos de noche son fregaditos, porque debes cubrir todas las áreas. En el día como quiera cubres tus fuentes, pero en las noches tienes que estar en todo”, apuntó otro colega.
“Desde que estoy en los medios, prácticamente mi vida familiar y social cambió mucho. A veces, salgo temprano y llego tarde, no veo mucho a mis hijas. Incluso en feriados tengo turnos y debo estar en mi trabajo, o cuando me toca turno de domingo (…) Sí, tiene esas cosas que a veces desaniman, pero también hay muchas otras que te hacen seguir en esto que te gusta y te apasiona”, reflexionó otra periodista.
En la actualidad, el rol del periodista en Bolivia atraviesa situaciones adversas, por las difíciles condiciones de trabajo. Para el director de la agencia Urgente.bo, Grover Yapura, uno de los desafíos es no dejarse manipular y mantener la libertad de prensa.
“¿Qué hacen los políticos con nosotros? Nos atacan, nos usan, nos cuestionan, pero no se valora el trabajo que nosotros realizamos, que ustedes, queridos colegas, hacen para evidenciar las necesidades del pueblo boliviano”, expresó.
Por su lado, la secretaria Ejecutiva de la Federación de la Prensa de El Alto, Rosemary Choque, aseveró que el trabajo del periodista no es fácil. “Todos los días estamos informando las noticias de cara al pueblo, se está haciendo el esfuerzo, el sacrificio, no es nada fácil ser periodista, es muy complicado, pero estamos siempre a la par de la noticia”, indicó.
El arzobispo emérito de Santa Cruz de la Sierra, monseñor Sergio Gualberti, también saludó y reflexionó sobre la labor del periodista boliviano.
“Es la oportunidad para agradecer el servicio que hacen informando a la comunidad, que es un derecho de toda persona, además. Es un trabajo también, muy delicado, por eso hay que cultivar y ser periodistas pegados a la verdad, a la ética, que son la base de la comunicación y, por otro lado, pedir a la sociedad el respeto a los periodistas. Lamentablemente, muchas veces, no se les permite desempeñar su trabajo, un trabajo que tiene que servir para que la comunidad se entere de cómo caminamos y para que ayuden también los periodistas informándonos de lo que pasa en el país, a cómo orientarnos todos para tener un país más fraterno, más justo, más libre. Tener una Bolivia para todos”, manifestó.
El sacerdote pidió a todos los sectores “que favorezcan el servicio de los periodistas y que de ninguna manera obstaculicen la labor que hacen, a los hermanos y hermanas empeñados en esta gran misión. Bendiciones a todos los periodistas y muchas felicidades”, concluyó.
Cada 10 de mayo se conmemora el Día del Periodista en Bolivia, fecha instituida por el expresidente Germán Busch en 1938 mediante el Decreto Supremo que reconoció los derechos laborales de los periodistas y estableció su derecho a la jubilación. Además, sirve para recordar la vigencia de la Ley de Imprenta (1925) que respalda la libertad de expresión y proteger al ejercicio periodístico.
Pie de foto: Crédito: Gobernación de La Paz