El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó un alto el fuego en Ucrania del 8 al 10 de mayo para conmemorar el 80.º aniversario de la derrota de la Alemania nazi, basándose en “consideraciones humanitarias”. El Kremlin advirtió que si Ucrania viola la tregua, responderán de manera «adecuada y efectiva», y reiteró su disposición a entablar conversaciones de paz sin condiciones previas.
Putin ya había declarado una tregua anterior durante la Pascua, aunque acusó a Ucrania de múltiples violaciones. En paralelo, el presidente estadounidense, Donald Trump, expresó su intención de mantener el apoyo al proceso de paz, aunque advirtió que retiraría la mediación si no se registran avances concretos.