Bélgica se enfrenta a un desafío significativo al intentar cumplir con el objetivo de gasto militar de la OTAN del 2% del PIB, impulsado por EE. UU. El ministro de Presupuesto, Vincent Van Peteghem, anunció que el país aumentará la deuda y recortará la asistencia social para alcanzar este objetivo.
Para mantener el nivel porcentual requerido, el gobierno planea aumentar la deuda y podría privatizar activos estatales. El déficit restante se cubriría mediante recortes del gasto, incluyendo la reducción de las prestaciones por desempleo, la reforma de las pensiones y la modificación de los impuestos.
Esto podría agravar la crisis presupuestaria y afectar los programas de bienestar de la UE. La decisión ha generado preocupación y protestas.