Comienza una nueva gestión educativa

Al comenzar las clases en las unidades educativas del país, padres de familia y estudiantes esperan que el calendario se desarrolle sin interrupciones, que surgen generalmente por conflictos sociales o por desacuerdos entre los maestros de educación fiscal y las autoridades del sector, debido a demandas de los primeros que consideran que no han sido atendidas.
Lamentablemente, los docentes ahora retornan a las aulas con pedidos no resueltos desde el pasado año, anunciando asumir medidas de presión que serán determinadas en una reunión nacional del sector a realizarse en este mes. Entre sus reclamos está que la implantación del periodo académico de 45 minutos, causará que haya clases también los sábados. Asimismo, el docentado hizo conocer que no es posible brindar enseñanza científica por falta de profesores con especialidad.
Al respecto, dirigentes de los profesores informaron que se le pidió al Ministro de Educación retomar un pliego petitorio de numerosos puntos, entre los que se menciona la necesidad de nuevos ítems. Por su parte, desde el oficialismo se señala que en 2023 hubo avances en robótica, pese a la oposición de algunos docentes del área urbana. Finalmente, no fue autorizado el aumento de pensiones en colegios privados y el retorno a clases será con medidas de bioseguridad.
Como se advierte, quedan muchos asuntos sin suficiente tratamiento para brindar al estudiantado una verdadera educación de calidad, comenzando por contar, particularmente en el sector fiscal, con una óptima infraestructura, más ahora que se habla de robótica, que supone tener herramientas tecnológicas y maestros capacitados para impartir esa materia. Salvo que se quiera improvisar para aparentar que la educación fiscal avanza hacia el nivel que ostentan países vecinos.
Sin embargo, como en la materia mencionada, hay otras que se trata de imponer mediante una “currícula actualizada” que no es producto de un profundo debate con participación de entidades especializadas en pedagogía, considerando que se requiere emprender tareas urgentes. Nos referimos, por ejemplo, a la necesidad de evaluar el estado de nuestra educación, en áreas urbanas y en zonas rurales, donde las carencias son mayores, para determinar qué falta para brindar a los estudiantes capacitación óptima, para que puedan ingresar con mayores posibilidades al mundo laboral.
Por otra parte, es urgente acabar con la perniciosa tendencia de dar preferencia a militantes del partido en el poder para ocupar cargos públicos, sin que demuestren preparación académica o técnica. Solo mejorando de verdad la calidad de nuestra educación y aprovechando los recursos humanos capacitados se podrá evitar que la desocupación empeore y miles de compatriotas vean obligados a emigrar o dedicarse a actividades de subsistencia.
En todo caso, no se requiere imposiciones de las autoridades de educación, sino una detenida reflexión sobre si realmente no se quiere defraudar las expectativas de miles de estudiantes que ávidos de conocimientos ingresan a las unidades educativas.