El gerente de la Administración Autónoma para Obras Sanitarias Potosí (Aapos), Carlos Chumacero, advirtió que las lluvias son intermitentes y escasas, lo que impide que las lagunas del Kari Kari alcancen la recarga necesaria, lo que derivaría en una crisis del agua.
Las lluvias llegaron a Potosí; pero hasta el momento no son suficientes. Las lagunas no se recargan como se esperaba y aún se usa el agua almacenada para la distribución en las zonas altas de la urbe.
Así, la Villa Imperial está amenazada por una posible crisis del líquido. Los datos preocupan a las autoridades.
El funcionario dijo que mientras las lluvias suman 15% del líquido a las lagunas, la demanda bordea el 65%.
A ese ritmo, y si las lluvias no se incrementan, las reservas pueden desaparecer en febrero del próximo año.
Chumacero se muestra “no optimista” y ya habla de una racionalización en la distribución de agua en las zonas altas cada dos o tres días.
A la fecha, las necesidades de la población de la zona alta se cubren con la reducida cantidad de líquido que se puede disponer de las lagunas y el refuerzo de agua que se bombea del sistema río San Juan al sistema de lagunas, reseña el diario potosino.
No obstante, el gerente de Aapos espera que en los próximos días y en enero pueda mejorar el volumen de las lluvias.
Para dejar en mesa la gravedad de la situación, se informó en similar periodo de 2022 las lagunas tenían 100% de recarga e incluso se reportaban rebalses de los acuíferos.
Actualmente, el volumen llega al 8% y gracias a las lagunas pequeñas que aún tienen algo de líquido puesto que las grandes están quedando casi secas.
MEDIDAS
Aapos recupera 70 litros de agua por segundo durante ocho horas del río San Juan para incorporarlo a la red del sistema Kari Kari.
El objetivo es atender las necesidades de la población que vive en la zona alta de la ciudad de Potosí. Potosí, agencias)