Verónica Arce Conde
La educación en Bolivia durante su historia tuvo diversos procesos de transformación, con la exigencia de que los procesos pedagógicos vayan mejorando, lo que obliga a que las y los maestros tengan mayor preparación y estén al tanto de los adelantos que se van presentando. Por otra parte, los estudiantes de hoy, a diferencia de los antes, expresan claramente sus opiniones respecto a la metodología de enseñanza que imparten los docentes en las distintas áreas de conocimientos.
Es necesario que las clases que van desarrollando cotidianamente los educadores sean dirigidas a dinamizar los procesos educativos. Por ello se requiere que profesores(as) utilicen diversas estrategias en el desarrollo curricular. Asimismo, los procesos pedagógicos deben estar dirigidos a desarrollar las capacidades del estudiantado. La capacidad es entendida como los recursos o actitudes que tiene un individuo para desempeñar una determinada tarea. Me refiero al desarrollo de capacidad para resolución de problemas, lo que implica una nueva forma de impartir clases. Es decir, significa un reto para todos los educadores, más aún para aquellos que fueron formados en la escuela tradicional, donde el proceso de enseñanza y aprendizaje está meramente basado en el avance de contenidos y, como resultado del mismo, el cumplimiento de las actividades por parte del estudiante. Como resultado, una calificación implica la aprobación o reprobación en el año escolar.
En ese entendido, es importante en el aula un replanteamiento curricular con nuevas estrategias didácticas para situaciones de aprendizaje, de tal forma que los estudiantes desarrollen sus capacidades para aprender y no solo apropiarse del conocimiento. Que también puedan conservar ese conocimiento y reproducirlo en cuanto sea necesario. De esa manera lo que aprende en el aula, el educando podrá utilizarlo cuando sea necesario en su cotidiano vivir.
Con el desarrollo de capacidades para resolver problemas, los estudiantes podrán aplicar lo aprendido en clases de manera conceptual y práctica. También desarrollarán las cuatro dimensiones del ser, saber, hacer y decidir, sobre todo cuando tengan que hallar soluciones según la coyuntura social, para problemas de índole comunal, laboral, familiar, entre otros.
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