El poderoso terremoto que sacudió Marruecos durante la noche del viernes dejó al menos 2.012 muertos y 2.059 heridos, según un nuevo informe oficial publicado ayer por el Ministerio del Interior.
Entre los heridos, varios se encuentran en estado grave, según las autoridades, quienes añadieron que el movimiento telúrico provocó el derrumbe de varios edificios, sobre todo en las provincias y municipios de al Hauz, Tarudant, Chichaoua, Uarzazate y Marrakech.
De acuerdo con el boletín de alerta sísmica, difundido por el Instituto Nacional de Geofísica marroquí, el movimiento se produjo a las 23:11 hora local y tuvo su epicentro en la localidad de Ighil, situada 63 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech, a una profundidad de 8 kilómetros.
Los heridos, de diversa gravedad, fueron trasladados a centros hospitalarios, indica el ministerio, que añade que también hubo daños materiales en zonas no habitadas.
Según la cartera de Interior, que llama a los ciudadanos a mantener la calma, se movilizaron las fuerzas de seguridad y de protección civil de todas las prefecturas provincias afectadas, así como los medios necesarios para intervenir y evaluar los daños.
En declaraciones a Hesvpress, el jefe de división del Instituto marroquí explicó que «se han producido cientos de réplicas, pero la mayoría de ellas no se han sentido».
Los medios marroquíes aseguran que es el sismo más potente en golpear hasta ahora este reino en el norte de África.
Videos difundidos en redes sociales muestran escombros que salen despedidos hacia estrechos callejones y objetos que se caen de los estantes.
En una localidad de la provincia de Al Hauz, una familia quedó atrapada entre los escombros después del hundimiento de su casa, según los medios.
Citando fuentes médicas, la web informativa Médias24 dijo que se había producido «una afluencia masiva» de heridos en los hospitales de Marrakech.
Según testigos, el temblor se sintió en localidades norteñas como Larache, a 550 kilómetros del epicentro, así como en Casablanca y Rabat, a 300 y 370 kilómetros, respectivamente, donde sus habitantes salieron a las calles en prevención de un posible segundo temblor.
El sistema PAGER del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), que ofrece evaluaciones preliminares sobre el impacto de los terremotos, emitió una alerta naranja por pérdidas económicas al estimar que es probable que se produzcan daños significativos.
«La población en esta región vive en estructuras que son altamente vulnerables a las sacudidas sísmicas», indicó el USGS.
Sofía Catalá, una española residente en el centro de Marrakech, explicó que durante el terremoto «se empezó a mover el suelo como en un bombardeo». «Pensaba que se caía el edificio, ahora está todo el mundo en la calle en pijama», añadió.
Minutos después del sismo, Catalá indicó que, ante las sacudidas, todos los vecinos de su edificio salieron a la calle víctimas del pánico y varios objetos cayeron de los balcones, pero añadió que ella no vio ningún edificio a su alrededor con daños importantes.
Said, un vecino de Casablanca, confirmó haber sentido el terremoto. «No ha sido muy fuerte, pero duró 15 segundos sin parar. Llamé enseguida mi familia a Marrakech y allí ha sido fuerte, hasta mi cuñada se desmayó por el susto», explicó por teléfono.
Marruecos experimenta terremotos con frecuencia en su región septentrional debido a su posición entre las placas africana y euroasiática.
En 2004, al menos 628 personas murieron y 926 resultaron heridas cuando un terremoto golpeó Alhucemas, al noreste del país.
En 1980, el terremoto en El Asnam de magnitud 7,3 en la vecina Argelia fue uno de los sismos más destructivos de la historia contemporánea. Dejó un saldo de 2.500 fallecidos y al menos 300.000 personas sin hogar. (Infobae, EFE y AFP)