El Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) a través de su investigador especializado en temas hidrocarburíferos y energéticos, Jorge Campanini, calificó de cómplice al Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), por rezonificar la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía a cambio de 4 millones de bolivianos, para permitir el ingreso de YPFB Chaco al área núcleo a realizar operaciones petroleras.
“Aquí hubo complicidad del Sernap, que ha recibido en abril del año pasado, un monto de 4 millones de bolivianos como parte del trato (…). El decreto 2366 de 2015 indica que se destinará 1% del proyecto va al Sernap, como apoyo, pero esos 4 millones, ni siquiera son para compensación a comunidades o compensación ambiental, sino que es dinero que se entrega por proyecto al Sernap”, afirmó a Brújula Digital.
El cuarto artículo del DS 2366 señala en su inciso I: “Las empresas que desarrollen actividades de operaciones petroleras (AOPs) hidrocarburíferas en áreas protegidas, destinarán el uno por ciento del monto de inversión establecido en el Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental (EEIA) para el fortalecimiento del área protegida intervenida”.
Y se autoriza mediante dicho decreto, a YPFB Casa Matriz, realizar transferencias interinstitucionales de hasta el 1% del monto de inversión prevista por la estatal petrolera para las actividades establecidas en el presente Decreto Supremo, destinadas a la gestión ambiental integral y el fortalecimiento prioritario del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
“Tariquía sufrió un cambio de plan de manejo el 2014 inconsulto y desconocido por gran parte de las comunidades, el resultado de este plan no ha sido socializado ni aprobado por las organizaciones de Tariquía, y se rezonificó al interior de la reserva para que zonas que eran de protección estricta donde se limitaba la actividad antrópica genere condiciones para facilitar el ingreso de petroleras para la extracción”, aseveró.
Jorge Campanini calificó en este contexto, de lamentable en términos sociales y ambientales, lo sucedido hace unas semanas, cuando YPFB inició la perforación del pozo Astillero X1 en Tariquía.
“Recuerdo que las comunidades alrededor de la Sub Central Tariquía el 2021 alertaron que se había tomado la decisión política de violentar la reserva natural, justamente a la presentación del plan del Upstream, y recordemos que fue un proceso de resistencia que empezó el 2015 y 2016, y que tuvo sus picos, sobre todo con la expulsión de Petrobras a fuerza de marchas en Tarija, cabildos en Tariquía, las constantes manifestaciones de rechazo de las comunidades”.
Recordó que no solo de la Sub Central Tariquía se puso al frente de la resistencia a la actividad petrolera en Tariquía, sino también del Comité de Defensa de Chiquiacá, una de las organizaciones vivas de la reserva.
“Toda esta presión tuvo un resultado positivo en su momento porque logró frenar el avance de una serie de proyectos que a mi modo de entender era una ofensiva bastante intensa (…). No conozco, no me viene a la memoria un plan tan intenso de exploración en un solo lugar; se proyectan seis pozos, cinco perforaciones, una intervención, contratos que se han entregado, planes que se han desarrollado y toda una maquinaria de alineación de fuerzas para someter a Tariquía”, manifestó.
Sin embargo dijo que gobierno de transición de Jeanine Áñez pensaba ejecutar el mismo plan, incluso con más violencia, pero al no contar con apoyo social y reconocimiento social y al estar a vísperas de nuevas elecciones se abstuvo de hacerlo. “Pero sus planes eran igual o más violentos que los que se habían estructurado en la gestión de Evo Morales”, dijo.
El 1 de abril, con una inversión aproximada de $us 67 millones, YPFB Chaco S.A., subsidiaria de YPFB Corporación, inició la perforación exploratoria del pozo Astillero X1 (AST-X1), para evaluar el potencial hidrocarburífero de las Formaciones Huamampampa, Icla y Santa Rosa en la Estructura Astillero-Domo Tarija. (Brújula Digital)