Una recepción al más puro estilo caribeño fue la que ofreció el embajador de la República Dominicana, Claudio Marte González, el viernes pasado en los salones del Jardín Japonés, en ocasión de celebrar el 179 aniversario de la Independencia de su país.
En sus primeras palabras del discurso conmemorativo, el anfitrión dijo que el 27 de febrero fue doble la alegría, ya que justamente el mismo día se conmemora el natalicio de uno de nuestros padres fundadores, Francisco del Rosario Sánchez, «efemérides con la que algunos historiadores cierran las celebraciones del mes patrio».
El diplomático destacó que desde su independencia, República Dominicana ha crecido y prosperado, gracias al esfuerzo y la dedicación de todos sus habitantes. «Nos enorgullece ser parte de un país lleno de historia, cultura y tradiciones únicas en el mundo. Hoy, más que nunca, debemos recordar los valores y
principios que nos llevaron a alcanzar nuestra independencia y reafirmarla en la Restauración de 1863. La solidaridad, compromiso y la unidad son fundamentales para seguir avanzando hacia un mejor futuro para todos».
Finalmente, el Embajador Marte puso de relieve los 121 años de relaciones de amistad con el pueblo boliviano, «un país generoso, solidario, que nos permite hacer realidad la hermandad entre los pueblos. A 3.958 km de distancia de República Dominicana, celebremos nuestra independencia, bailemos al ritmo de merengue y bachata, disfrutemos de la rica gastronomía de nuestro país y recordemos que nuestra nación es un lugar lleno de oportunidades y esperanza», señaló.
El canciller Rogelio Mayta reafirmó las relaciones de amistad existentes con República Dominicana, a tiempo de transmitir el saludo del presidente Luis Arce.
Los invitados disfrutaron cada minuto de la ce-lebración meridiana, tal como sugirio el Embajador, bailaron al ritmo de música en vivo, saborearon un mojito y disfrutaron del buffet de platillos dominicanos.
