En una solaz jornada del pasado jueves, los japoneses celebraron el natalicio de Su Majestad el Emperador Naruhito, en una recepción ofrecida por el embajador Onomura Hiroshi y su esposa, en su residencia de Calacoto.
La ocasión fue propicia para la presentación oficial del anfitrión, quien llegó al país hace 3 meses. Centenares de invitados hicieron una larga fila para saludar al nuevo emisario japonés, quien en este día tan especial dijo sentirse muy complacido por compartir con tantos invitados, que representaban una amalgama de instituciones y ámbitos.
«La palabra para la recepción de este año es Camino, por el sendero recorrido por los japoneses hasta el Japón de hoy. Su cultura tradicional, sus actividades cotidianas, las guerras o la experiencia de haber tenido que esperar muchas adversidades han construido al Japón», dijo en parte de su discurso el embajador Onomura.
El camino recorrido por los migrantes japoneses a Bolivia fue presentado a través de una exposiciónm en el ingreso de la casona, con el apoyo JICA y de la Sociedad Japonesa de La Paz.
Finalmente, el anfitriión trajo a colación la frase de Gustav Malher, que señala La tradición no es el culto a las cenizas, sino la preservación del fuego. «El mundo contemporáneo parece caótico, es precisamente ahora cuando debe poner a prueba el poder de la diplomacia. La manera de resolver los problemas es con el Derecho Internacional en lugar de armas, intercambios culturales en lugar de amenazas. En su natalicio, Su Majestad el Emperador Naruhito pidió en 2023 sosegar, debemos caminar sobre nuestras experiencias, pero sin dejarnos cegar por ellas. Optemos por el camino común, de caminar juntos hacia un futuro brillante de paz y seguridad», finalizó el Embajador a tiempo de levantar su copa para brindar por el Natalicio del Emperador.
