viernes, abril 19, 2024
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Erasmo Aricayé, el paraguayo ‘atigrado’

Erasmo asegura que su llegada a Bolivia no fue casual. Allá por el año 1986, el por entonces presidente de The Strongest, Don Efraín Gutiérrez, realizó un viaje a Paraguay y asistió al partido entre Sportivo San Lorenzo (Paraguay) y Sport Colombia. Precisamente el DT paraguayo Carlos Sanabria se perfilaba como el próximo adiestrador del equipo boliviano y le había recomendado al dirigente que viera el rendimiento de un jugador de los colombianos; sin embargo, Gutiérrez le “echó el ojo” a un delantero del cuadro local que “hacía mucho ruido”. Puntero derecho, de excelentes condiciones y goleador nato. Lo que necesitaba el Tigre en ese momento.
La entidad “gualdinegra” hacía diez años que no levantaba una copa y era necesario nutrir sus filas con sangre joven. Aunque ya existía una “legión” de futbolistas paraguayos que estaba fortaleciendo la “garra aurinegra”; entre ellos el gran Luis Galarza, Eligio Martínez, Julián Jiménez…
“Al final se fijó en mí, y por suerte, aquel día hice un gran partido, inmediatamente empezaron las conversaciones con el dueño de mi pase que era Sportivo San Lorenzo y acordaron mi traspaso a The Strongest… No lo podía creer ni imaginar; el momento en que un jugador de fútbol se encuentra ante un gran desafío es un sentimiento indescriptible el que te toca el corazón”, con este relato, inició la entrevista exclusiva para RETRO FÚTBOL de EL DIARIO, Catalino Erasmo Aricayé Otazu, un gran valor del fútbol guaraní que pisó canchas bolivianas por una gestión (1986-1987) y quien, después de casi tres décadas, tiene una gran remembranza del fútbol de nuestro país.
“Recuerdo el gran recibimiento que me dieron mis compañeros, ganamos el título boliviano de 1986 y estuve rodeado de una constelación de estrellas, jugadores de nivel, local e internacional”.
Lleva en su memoria a compañeros como Luis Galarza, Luis Iriondo, Ricardo Fontana, Salomón Enríquez, Eduardo Villegas, Tito Montaño, Ramiro “Chocolatín” Castillo, Ovidio Meza, Mario Ortega, Jesús Reynaldo, Eliseo Ayaviri, Oscar Arce, además de su gran amigo y coterráneo Eligio Martínez, con quién hasta ahora tiene buena comunicación.
“Cuando llegué a La Paz percibí que la gente seguidora de The Strongest no tenía mucha fe en el equipo; pero a pesar de ello, era una gran hinchada porque no abandonaba jamás al equipo y lo alentaba desde la tribunas de manera sostenida. Luego fuimos ganando, mejorando en las posiciones de la tabla y lo más importante es que logramos el campeonato después de diez largos años”, contó.
En 1980 el dictador Luis García Meza se convirtió en presidente de Wilstermann y este equipo conformó el mejor plantel de su historia con lo que logró hacerse el título de esa temporada con una diferencia de 7 puntos sobre el segundo, The Strongest. En 1981 el formato de la Liga le dio el título al campeón del torneo corto que también fue Wilstermann en lugar de al campeón del torneo largo que fue The Strongest cuando lo correcto hubiese sido jugar una final entre los dos campeones. Los “atigrados” por cinco largos años lamentaron aquella injusticia que parecía haberlos marcado por mucho tiempo, tal cual un mal sino.
En 1986, sin embargo, el Tigre logró su segundo título de la Liga en forma brillante tras obtener el primer lugar del torneo Apertura y el tercero del Clausura, lo que lo clasificó a la gran final jugada en Cochabamba frente a Oriente Petrolero (que fue campeón del Clausura). El Tigre de Aricayé ganó sin discusión por 3 goles a 0.
“Ese torneo (1986) marcó mi vida, en realidad mi estadía en Bolivia fue corta pero inolvidable, recuerdo en especial la hospitalidad, la gran cantidad de amigos bolivianos que hice y a mis compatriotas que estaban en ese tiempo en The Strongest con quienes compartíamos los logros y muy pocas derrotas. Seguro que no me hubiese sentido a gusto sin el apoyo de todos ellos”, remarca.
“Ya pasó mucho tiempo desde que viví esa experiencia. De alguna manera yo tuve el orgullo de aportar con ese logro que era tan esperado por los bolivianos seguidores del Tigre, institución a la que aprendí a querer y que hoy, hasta estos días, transmito lo que recibí de Bolivia a las generaciones de jugadores paraguayos que formo como entrenador”, asegura.
Erasmo es una persona muy jovial, de hablar tranquilo y pausado. Cuando le tocó tratar con el periodismo de nuestro país fue muy considerado, razón por la cual también ganó el respeto de quienes lo entrevistaban.
“Gracias al fútbol, por donde fui gané grandes amigos y creo que eso también lo debo a que soy una persona muy cortés con los demás, eso les imparto a mis hijos, a quienes deseo verlos convertidos en grandes deportistas”, asegura.
Su carrera comenzó en Sport Barrio Guaraní de la Liga Regional Sanlorenzana de Fútbol, donde militó los años 1980-81-82-83-84, luego fue transferido al Sportivo San Lorenzo (primera división de la Asociación Paraguaya de Fútbol- APF) entre los años 1985 y 1986, luego pasó a The Strongest para las temporadas 1986-1987.
“Cuando yo era niño tenía una afición extrema por el fútbol y comencé a entrenar, pero jamás pensé que llegaría al profesionalismo, esto lo logré con mucho sacrificio y por la gracia de Dios”, subraya.
Luego que decidió dejar el fútbol se profesionalizó hasta convertirse en entrenador, tarea que ahora cumple, con marcado éxito, en su San Lorenzo natal.
“Actualmente estoy formando valores jóvenes en el fútbol y lo hago de manera privada con mi empresa ‘Emprendimientos A&V Training’. Los jóvenes hoy día tienen variedad de oportunidades para acceder al fútbol, formarse de manera correcta en sus respectivos países y en el extranjero. Lamentablemente estas oportunidades son poco aprovechadas en Latinoamérica. Si se llegara al nivel de acuerdo a las opciones que aparecen día a día, el fútbol en nuestros países sería de élite, seguro”, opina.
“Una de mis más grandes satisfacciones respecto al seguimiento que le hago al balompié de Bolivia fue verlos clasificar a un Mundial (1993). La he vivido con mucha emoción desde mi país porque en ese equipo histórico tenía a grandes amigos, como fue el caso de Ramiro ‘Chocolatín’ Castillo (QEPD). Para mí, él fue un fenómeno del fútbol boliviano porque también marcó temporada en el fútbol argentino. Yo tuve la suerte de trabajar junto a Castillo en The Strongest”, recuerda.
“Mando un gran saludo a toda la afición deportiva de Bolivia, especialmente a la del Tigre, que es el mejor equipo de ese lindo país- claro, con el respeto que se merecen los demás clubes-. The Strongest está en lo más alto del fútbol sudamericano y guardo grandes recuerdos de cuando vestí esa gloriosa camiseta”, apunta.
“Mi país, Paraguay, que siempre fue muy competitivo futbolísticamente a nivel internacional, últimamente tiene una deuda pendiente con la hinchada y es la de volver a clasificar a una Copa del Mundo. Este es el gran deseo que también guardo en el corazón”, afirma Erasmo, como palabras finales.
Quien está seguro que fue parte de los lazos fuertes de amistad y hermandad entre Paraguay y Bolivia, se despide “augurando días mejores para el fútbol de ambos países”.

FICHA
Nombre: Catalino Erasmo Aricayé Otazu
Lugar de nacimiento: San Lorenzo- Paraguay
Fecha de Nacimiento: 25 de noviembre de 1962
Lugar de radicatoria actual: San Lorenzo del Campo Santo-Paraguay
Ocupación actual: Entrenador de fútbol
Familia: Mirtha Graciela Mendoza (esposa), Katherina, Carmen Angélica, Graciela Elizabeth, Erasmo Junior, Cristhian Fabián y Juan Pablo (hijos)

«Transmito lo que recibí de Bolivia a jugadores paraguayos que formo”

GHILKA SANABRIA

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