Muchas veces se hace referencia a lo indicado en el titular de este editorial; pero ni gobierno ni su partido ni quienes actúan en los campos de la oposición toman en cuenta lo que más importa y que es el país.
Examinado ligeramente lo que ocurre, se llega a la conclusión de que los intereses y conveniencias de partido se sobreponen a todo, y la nación, indefensa, debe posponer lo que ella significa. Desde hace dos años, se hacen visibles conveniencias de quienes aspiran a ocupar nuevamente la Presidencia de la República sin tomar en cuenta que su anterior paso por el poder ha originado numerosos cuestionamientos tanto de analistas de la política como de grande parte de la población. Por su parte, el gobierno que es parte de su partido, nada hace para cambiar esta situación; además, los políticos que se supone deben estar al servicio del país, parecería que esperan –como en tiempos ya lejanos– alguna intervención militar que, felizmente, no se produce. Sin embargo, la idea del “golpe” parecería que se despeja porque ya hay conciencia de país y renuncia general a cualquier intento de esa naturaleza.
Ante los hechos, surge la pregunta: ¿el gobierno, gobierna o no? Por qué no se toma medidas y se actúa contra quienes, se tiene conocimiento, buscan con afán enfermizo llegar al gobierno. El pueblo, consciente de sus derechos y de realidades de la nación, solo convoca a la serenidad y urgencia de guardar compostura para impedir que tentaciones malsanas puedan hacer escarnio de la democracia reinante en el país.
Sin embargo, pese a las prevenciones que se haga para mantener la unidad nacional, sin peligros que entrañen inseguridad para la vigencia democrática, el pueblo es consciente de que hay hechos del pasado que ya no deben repetirse. Y es que, si vivimos en libertad, que sea bajo la égida de la justicia y el imperio de unidad que debe haber entre todos los bolivianos, que desesperados acudirían en todo momento a defender la democracia y cuidar lo que en los últimos treinta años se ha logrado y que tiene que ver con sus libertades.