Niñez y juventud de hoy requieren mejor atención

En el reinicio de todo período escolar, al dar la bienvenida a los estudiantes, indefectiblemente se los convoca para que se esmeren en el estudio y hacen hincapié en que se preparen para cumplir debidamente con el país. Pero, si bien con tales palabras se busca llegar a la mente y corazones de jóvenes y niños, no siempre los maestros y padres de familia cooperan para que se cumpla el objetivo demandado y se cree que todo lo debe hacer la escuela, el colegio, cuando es misión de toda la comunidad, empezando por el hogar de cada uno.
A pesar de todo lo que se afirme, hay certeza de que la educación y formación en virtudes ha disminuido en estos dos últimos años, debido a que cambió mucho la enseñanza, especialmente por la aparición de la pandemia, que se impuso por la presencia de los virus. Es decir que todos los sistemas existentes han cambiado o variado mucho y la educación y el control en hogares, escuelas y colegios han sufrido alteraciones y las pruebas están en que los mismos niños y jóvenes convienen en la debilidad que presenta su formación.
Las deficiencias habidas, empezando por la mala calidad alimenticia, carencia de servicios médicos, escasos controles en los hogares y en los establecimientos educativos, son algunas causas para que la formación sea deficiente, considerando que todo lo referido a nuestras futuras generaciones tiene vital importancia, no solamente para el futuro sino para su atención y formación actual, que no debe ser descuidada en ninguna forma. Igualmente, su formación física mediante la alimentación, los ejercicios y atención corporal, por lo que niños y jóvenes deberán someterse a tratamientos que compensen las deficiencias habidas por causa de pandemias y otros males, que son sobrellevados con estoicismo y con la seguridad de lograr superación.
Lo anotado no debe ser tomado como exageración, especialmente si hasta hace dos años aproximadamente y en comparación con este tiempo, la alimentación y atención preferencial en los hogares ha sido mejor, tomando en cuenta que, en otros países, sus presupuestos han sido más altos y hasta su alimentación debidamente balanceada.
Lo que se haga en este tiempo en pro de niños y jóvenes redundará en su formación para el futuro, que en toda forma será resultado de lo que se haya hecho en su pasado inmediato. Son necesarias reuniones de padres de familia con maestros para coordinar lo que más convenga a los estudiantes, sin descuidar su personalidad y mejor criterio para alcanzar resultados óptimos en su formación física y cultural, que debe parangonarse con su mejora en virtudes, valores y principios.