Seguramente sentimientos de amor y vocación de servicio y dedicación a lo que se ama, impulsaron al Dr. José Carrasco Torrico a hacer realidad un ideal abrigado por años en su mente y su corazón para fundar EL DIARIO el 5 de abril de l904, una fecha que pervivió entre sus descendientes durante ll8 años, venciendo muchas dificultades, soportando infinidad de obstáculos, sacrificándolo todo en aras de la libertad de expresión y mostrando siempre vocación de servicio a la Patria. Por ello, directores, periodistas, editorialistas, articulistas, columnistas, redactores, personal técnico, administrativo y profesionales del periodismo y de otras disciplinas, consustanciados por los ideales del fundador, dedicaron su vida a hacer realidad que el Decano de la Prensa Nacional no decline en su defensa de los altos intereses nacionales. Estas son realidades vividas por este diario que, teniendo por testigos al pueblo y las instituciones nacionales, supo cumplir con los deberes adquiridos para que su labor sea bien entendida, hecha a cabalidad para que cumpla con los anhelos y principios que hacen de la prensa los lábaros de la libertad y respeto a las leyes y los derechos humanos.
Hoy la familia Carrasco, conjuntamente todos los descendientes del fundador y directores que manejaron los ideales y la misión de este diario, cumplen con el sagrado deber de rendir homenaje a los que dieron su vida y se sacrificaron porque la libertad de expresión sea parte indivisible de las libertades, de la democracia y de la fuerza del Derecho, que es la vigencia de la Constitución y las leyes que han dado fortaleza a este medio que jamás claudicará en su misión de amor y servicio. Por tal motivo, intelectuales, estudiosos, profesionales del Derecho, obsecuentes servidores de la Constitución y las leyes, profesionales de gran prestigio en el periodismo y respetuosos de todo lo que significa sacrificio en aras de los intereses del país, se sienten alborozados por estos ll8 años de vida que significan un homenaje a su fundador y a quienes consagraron su vida al país y su porvenir, considerando que se ansía un mañana siempre mejor para todas las generaciones de bolivianos.
Hoy, como siempre, se renuevan los propósitos de seguir en servicio, de perfeccionar la profesión, de buscar la paz y la concordia entre todos, de trabajar en aras del progreso, la felicidad y la concordia para que la unidad, la vocación de servicio y el amor sean bases sustantivas de la vida nacional, pese a los problemas y dificultades que se presenten en cualquier momento de la vida, siempre sacrificada, del periodismo y de todo lo que implica servir al bien común.
Que Dios sea pródigo en sus bendiciones para todos los que reiteramos la promesa de seguir trabajando con honestidad, vocación de servicio y responsabilidad.