viernes, marzo 29, 2024

Menos yo

Por: Lucía Carvalho

 

“¿Qué? No es verdad. Yo

no escribí esto”

Perfect Blue

Desde el mostrador puedo mirar lo que está por pasar. El cartel que dice “Pollo de 10” está oxidado. Quizás es tiempo de cambiarlo. Viene alguien y me pide un Económico, es lo único que vendemos aquí. Un cliente me dijo que yo miro mucho mi propio reflejo. En el trabajo tengo que decir mi nombre a cada persona que se acerca a pedirme pollo, por eso inventé uno, Paula, como la youtuber de maquillaje. No sé maquillarme, pero uso todos los filtros posibles. La biología me limita, yo quisiera verme como un animal, pero jamás como un pollo. Por eso siempre me dibujo con orejas de gato o conejo, cuando nadie viene, hago ilustraciones sobre los individuales de papel que tenemos apilados hace años porque nadie los usa. Paula, la youtuber, dice que es autodidacta, aprendió a maquillarse viendo videos en internet y quiere compartirlo porque tiene mucho por decir; sé todo esto porque ella lo dijo en un video.

Ahí viene otro cliente, otro Económico. Pechuga, grito al cocinero, su orden es la 25, digo al cliente. Aquí tiene,

¿ají? Servilletas en aquel mueble.

Yo me parezco a Paula. Mi nombre es Sara, pero en internet soy sara-nova97. A veces quisiera ser sara-nova97 fuera de línea. 26, ¡veintiséis!, grito para que el cliente escuche. Paula sabe muy bien cómo delinearse, cómo ponerse rímel, cómo reparar el contorno de su cara. Miro todos sus videos. Ya es hora de cerrar.

Veo el micro de la línea 49, pido que se detenga alzando mi mano y haciendo una seña de saludo, me subo. Con un brazo me sostengo de la barra y, con la otra, miro mi celular y leo todos los comentarios que dejan en sus videos. Conocí a Paula en persona hace cinco años, cuando yo trabajaba en una cafetería que queda al lado de su casa. Siempre que la atendía, ella me sonreía. Nos parecemos. Todavía le envío memes para que se ría conmigo. Solo me manda un corazón.

¡Pare! Me bajo del micro y camino por la calle Junín. Estoy cansada. Paula está grabando un nuevo video, puedo ver su ventana iluminada con todas esas luces profesionales desde la acera. Mientras camino, pienso en todos los comentarios que han dejado en sus fotos. Mientras camino veo mi celular, soy experta haciendo esto, hace meses que no me caigo.

Lo primero que quiero hacer al llegar a mi casa es quitarme este olor a pollo frito y a sudor de desconocidos. Mientras me acuesto, abro y cierro todas las aplicaciones de mi celular. Guardo todo lo que me gusta en listas. Quiero que quede constancia de mi existencia, por lo menosdigitalmente. Hace varios años que participo en foros y en salas virtuales de chat al azar. Ingresas, te inventas un nombre de usuario, una contraseña y listo. La primera vez que lo hice no me interesaba conocer a nadie, solo conversar y escribir. Espero todo el día para llegar a mi casa y abrir el chat y charlar con esos bichos de internet.

Podría mentir y decir que me siento auténtica, pero nunca me he sentido yo misma y mientras menos yo me siento, mejor.

Puedo ver que tengo más de 100 notificaciones, esto nunca pasa. Reviso mi buzón de mensajes y el primero es de akira_94. Dice que tiene fotos mías en las que estoy desnuda y que las subió a foros de otakus y hikikomoris. Mi buzón revienta de mensajes de hombres sedientos de más fotos, me proponen pagarme por enviarles mi desnudez. Algunos me proponen hacer videollamada. Cierro las aplicaciones, cierro mis ventanas, cierro mi puerta, cierro. No son personas, son ojos. Ojos que persiguen este cuerpo desnudo. ¿Qué puedo hacer yo para evitar tantos ojos sobre mi desnudez? En internet, puedes escapar de las bocas y oídos, de los dedos es difícil, pero puedo escapar. Tengo un ojo atorado en mi garganta, mi piel se expande y le salen ojos. Estoy hecha de ojos huecos.

Despierto y tengo que ir a trabajar. Me baño, me visto, desayuno mientras cargo mi celular. Llego a “Pollo 10”.

Hola, soy Paula, ¿en qué puedo servirle? 2 Económicos. Orden

  1. Orden 2. Orden 15. Orden 35. Orden 42. Cierro.

Llego a mi casa, todos están dormidos. Yo nunca tengo sueño. Entro a mi cuarto, me quito la ropa que apesta a pollo. Frente al espejo, no reconozco este cuerpo completo, el espejo me empuja cada vez más lejos, mientras el otro espejo negro, el que sujeto entre mis manos, me sumerge en todas las posibilidades de mi apariencia.

Username: sara-nova97

Password: ********** Log in

Vas más de medio millón de vistas, dice el mensaje de akira_94. Nunca sabré quién es akira_94, pero he chateado con él desde que tengo 15 años, ahora tengo 18, podría ser un viejo de 60 o un ñoño de mi edad, no he tenido la convicción necesaria para averiguarlo. Esas fotos ya no me pertenecen, ¿realmente quiero saber cuántas personas han visto mi cuerpo desnudo? Intenté reportarlo, pero para cuando logren quitarlas de un sitio, ya estarán duplicadas en otro.

Este cuerpo de ojos se asoma por encima de mi espalda. Me pregunto si Paula siente lo mismo, es cuestión de tiempopara que alguien hackee su computadora y reparta sus fotografías desnudas.

Luego de ducharme, veo un tutorial de Paula, practico cómo hacer un contorno diferente a mi cara y cómo agrandar mis ojos, a falsear pecas; mientras menos yo, mejor. Me tomo una selfie y la edito, le bajo el contraste, le aumento el brillo, suavizo mi piel, agrando mis ojos y oscurezco mi cabello. Paula y yo nos parecemos mucho. Creo un nuevo usuario y contraseña: paupau_b, subo la foto que me tomé.

Son las 8 de la mañana y las notificaciones se amontonan en la pantalla de mi celular. Todos quieren seguir a paupau_b. Me dicen que soy hermosa, como Paula. Pruebo otros maquillajes de sus tutoriales y me tomo más fotos. Las edito y las subo.

Casi es mediodía y estoy por llegar a los 5000 seguidores, subo más fotos. Me dejan mensajes tan lindos… los leo todos y los respondo. Los que más me gustan son los que dicen que soy Paula. Ella y yo nos parecemos, pero este rostro no es mío. Casi llego a los 10000 seguidores en un día.

En el trabajo yo me presento como Paula, cada día soy menos Sara. ¿Quién era Sara? Por un momento la vi en el reflejo de la computadora. Estoy cansada de apestar a pollo.

Llego a mi casa, me alisto para tomarme más fotos, editarlas y subirlas.

Username: paupau_b

Password: ******* Log in

Usted no puede ingresar. Esta cuenta ha sido reportada por robo de identidad.

Bloquearon mi cuenta porque reportaron mis fotos como robo de identidad. Pensaron que de verdad era Paula. En verdad nos parecemos, pero no soy Paula, soy un pequeño glitch en su vida, un comentario que nunca respondió, un mensaje que nunca abrió.

Cierro todo. Mientras menos yo me siento, mejor.

Este rostro no es mío. Mensajes de hombres pidiéndome más fotos desnuda y videollamadas, nunca dejaron de llegar. No quiero ser la chica de esas fotos. Sostengo un bisturí, lo hundo sobre mi rostro y abro este cuero inservible, lo parto en pedacitos. Podría ser comestible, quizás, podría ser combustible.

Reemplazo mis ojos vulgares por unos gigantes y brillantes, que parecen diamantes. Me coloco dos orejas de gato. Se las quité a mi gato, las corte con mis propias manos, yo merezco estas orejas peludas. Me quedan mejor.

Me marea la idea de no cambiar esta cara. Sostengo el bisturí, estoy más cerca de la carne. Duele, duele, pero esel precio de estar satisfecha y soltar esta imagen que veo en el espejo y me empuja, me arroja.

La imagen del espejo se hace líquida y se derrama por todo el piso de mi habitación. Estoy acostada sobre mi propia imagen de sangre. Yo me pregunto cómo será ser un animal, una bestia. Puedo seguir cambiando mi nombre, cada mes. Esta cara mutilada no es más que un recuerdo en algún sitio de la web. Nada que un filtro no pueda mejorar.

Restablecer los datos. No hay espacio para más imágenes. Alguien encontrará al gato sin orejas.

 

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