A pesar del feriado nacional por el 6 de Agosto, Día de la Independencia de Bolivia, la población alteña continuó desarrollando sus actividades laborales casi con normalidad, tomando en cuenta que la mayoría se dedica al comercio informal, las ferias barriales se vieron abarrotadas desde muy temprano por visitantes.
Como ya es acostumbrado, el ciudadano alteño vive del día, ayer viernes, muchos comerciantes salieron a trabajar en sus puestos de venta, a pesar de ser un feriado nacional, donde el resto de los habitantes que pertenecen al sector público o privado descansó.
“Nosotros como siempre, más al contrario estos días de feriado son cuando más trabajamos, porque la gente sale a pasear y es nuestra oportunidad de ganar un poco más de dinero, por eso no tenemos días de descanso como aquellas personas que son empleados”, dijo una comerciante de la zona 16 de Julio.
Ferias barriales y mercados zonales abrieron sus puertas como todos los días y los visitantes por feriado se llenaron para adquirir diferentes diversidad de productos aprovechando el feriado de 6 de Agosto. Puestos ambulantes de comerciantes, en la Ceja de El Alto, estuvieron exponiendo sus productos desde muy temprano, entre ellos, vendedores de jugos de fruta, comida rápida y otros productos que se consumen o compran al paso, como las p’asankallas, entre otros.
PARQUE Y PLAZAS
De la misma forma, los parques y plazas de las diferentes zonas, de la urbe alteña, se llenaron pasado el mediodía. Familias enteras se volcaron junto a sus hijos para pasar juntos aprovechando el día feriado.
BIOSEGURIDAD
Otro de los aspectos que caracterizó la jornada del 6 de Agosto, en la ciudad de El Alto, es el cumplimiento de las normas de bioseguridad que son parte de los visitante a estos lugares de diversión como son los parques y plazas, además de las ferias, donde la población no descuidó el uso del barbijo, el alcohol en gel, ni el distanciamiento social, de esta manera prevenir el contagio del covid-19.
Sin embargo, la población recordó que en años pasados todo era diferente, antes de que llegue la pandemia del coronavirus, cuando todos los campos de diversión eran abarrotados de visitantes, así como también mucha gente aprovechaba el feriado para viajar.
“No podemos olvidar que hace muchos años, familias enteras se volcaban a todos los centros de diversión sin preocuparse de lo que ahora es el coronavirus, pero no nos queda otra que cuidar a nuestra familia y a la misma población de un contagio masivo que puede significar llanto”, recordó un ciudadano de a pie que visitó junto a su familia una plaza.