jueves, abril 25, 2024

Maritza Wilde

Nuestra invitada de lujo hoy en Cvltvral es una de las personas más destacadas del teatro nacional y ha puesto en escena una enorme cantidad de obras entre las que podemos mencionar “Las Juanas (1989)”, “La abuela azul (1990)”, “Adjetivos (1990)”, “El escudo y la piedra (1992)”, “Andábase tras ella (1996)”, entre tantas otras. Por su talento y versatilidad se ha hecho con varios premios a lo largo de su carrera como el “Diploma de Honor” por mejor dirección y puesta en escena con “La Casa de Bernarda Alba” de García Lorca; “Premio a la mejor actriz” por la obra “De brujas y alcoviteiras” del Festival del drama del Siglo de Oro que se llevó a cabo en Texas; el “Diploma de Honor del Festival Mundial de Teatro de las Naciones” que fue entregado en Santiago de Chile. Así podríamos seguir a lo largo de muchas páginas para mentar todo lo hecho por Maritza pero dejemos que sea ella quien nos cuente sobre esta vida dedicada al teatro… sean todos bienvenidos al show.

¿Quién es Maritza Wilde?
Es una mujer de teatro, una mujer que ha estudiado teatro y ha dedicado su vida a la profesión de la forma más seria y con todo el respeto que se merece.

¿Cuándo nace tu amor por el arte?
Desde muy niña hice danza clásica, tuve la suerte de estudiar desde los 6 años. Cuando tenía 13 años me llegó una oferta becaria para continuar mis estudios en París pero mi mamá nunca quiso que yo fuera bailarina, entonces mi carrera como bailarina se truncó en ese momento. Un poco más adelante yo me incliné por la senda del teatro. Me dediqué a estudiar mucha actuación y dirección; pasé varios talleres en España y Francia que fueron mis principales escuelas de teatro.

¿Cuál es tu mayor virtud como actriz?
Las virtudes no deben ser atribuidas por uno mismo, considero que eso es algo que juzga el público pero si hablamos de virtud en general yo estoy segura que es la perseverancia. Si hubiera elegido otra profesión con seguridad hubiera puesto el mismo empeño que a mi carrera teatral.

¿Cuál de tus dos facetas teatrales te llena más, la actuación o la dirección?
La actuación es totalmente subjetiva ya que uno interpreta personajes y tiene un poco más de libertades en cambio la dirección es totalmente objetiva ya que abarca todo el proceso de la puesta en escena y los pormenores que uno debe cuidar como el uso de colores, luz, solo por mencionar algo. Es de esta forma que yo encuentro en ambos dos placeres enormes, si uno no halla placer en su trabajo, sin importar el que este sea, es realmente una enorme pena.

¿Cuál es tu concepción del arte como tal?
En definitiva el arte es un privilegio y el artista siente un enorme placer en lo que hace. Yo encuentro mucho placer en el teatro y asumo que al pintor le pasa lo mismo, al escritor le pasa lo mismo, al músico le pasa lo mismo. Basada en esta aseveración estoy segura que los artistas sufren una escalada de perfeccionamiento tras cada presentación ya que cada vez quieren hacerlo mejor e ir puliendo todos los detalles. Esta escalada la llevan en la mente, en el cuerpo y el corazón.

Desde tu óptica y experiencia ¿Una actriz nace, se hace o ambos?
Creo que en ese sentido toda pasa por la vocación y la dedicación. Aunque me parece que el término vocación es un poco falto de sustancia, considero que las personas nacen con un gusto por alguna actividad determinada y en la medida que tengan capacidad para efectuarla la realizarán con toda la pasión que amerita porque disfrutan hacerlo. Considero que la gente nace con diferentes habilidades pero uno va eligiendo su camino, el privilegio del ser humano es poder elegir.

¿Cuántas obras escritas tienes en tu haber?
Por un lado yo he hecho dramaturgia y tengo dos libros publicados, uno en Estados Unidos y otro en Colombia. En cuanto a las obras donde he participado en la parte de dirección, siempre he hecho adaptaciones libres. Disfruté mucho del teatro Shakespeariano, del teatro “Isabelino”, del teatro clásico en general que trata mucho sobre la condición humana.

¿Sigues alguna cábala antes de entrar a escena?
No tengo ninguna, personalmente me es de poca consistencia y valor. Lo importante es la concentración antes de entrar a escena para hacer lo mejor posible y que los nervios no te traicionen al pisar el escenario.

Como todo lo malo siempre trae algo bueno ¿Qué de positivo se le puede sacar a esta pandemia?
La pandemia nos ha dado un golpe durísimo y los artistas de todo el mundo la hemos sufrido ya que todo lo masivo y con público se redujo a cero. No obstante yo creo que las cosas han empezado a cambiar y van a seguir cambiando, yo creo que a raíz de la pandemia se debe valorar mucho más la vida humana.
En 2020 estábamos a punto de lanzar el Fitaz en el mes de abril y la pandemia nos recluyó a todos en el mes de marzo y me tocó enviar comunicados cancelando el festival, en cierta forma fue una suerte de alivio porque ya la cosa pintaba muy mal y hubiera sido mucho peor ya tener a los invitados en el país y suspender con ellos aquí y peor si se decretaba la cuarentena. Hubiera sido un desastre.
El arte debe reinventarse, eso implica enorme creatividad y por suerte los medios técnicos nos favorecen hasta que las cosas regresen a la normalidad, sin arriesgar la vida humana ya que bajo ninguna circunstancia uno puede exponer a nadie para una presentación. Yo estoy segura que el arte renacerá fortalecido como el Ave Fénix.
Por último, quiero agradecer a todas las personas e instituciones que han apoyado a lo largo de todos estos años al Festival Internacional de Teatro y, sobre todo, el agradecimiento a mi esposo Agustín Wilde.

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