La verdad en torno a las compras y uso de vacunas

El caso coronavirus y su vigencia a través de compras y usos conlleva tantos o más problemas por las complicaciones que implican, tanto en lo financiero como en lo moral, porque, simplemente, no se actúa en campos de veracidad en cuanto a todo lo que se hace y menos a todo lo que se informa. ¿Por qué? Parece que la práctica del exgobierno de casi l4 años impuso la manía de no actuar conforme a la verdad simple y transparente y quedó como un legado para miembros del actual régimen ya que, en el campo de contratos, compras, donaciones y uso de vacunas contra el coronavirus, no existen condiciones de claridad, que deberían hacer de todas las operaciones, límpidos campos de compras y uso y no dejen nebulosas que perjudican la seriedad del gobierno y complican la vida del pueblo.
Desde las primeras instancias se habló de contratos a suscribirse; luego, de posibles donaciones; inmediatamente, de nuevos contratos y compras que estaría realizando el gobierno, nuevamente, de posibles donaciones y pronto arribo de lotes importantes; en fin, un tira y afloja de nunca terminar. ¿Cuál es la realidad de este tema que de ser tan simple se ha complicado por las diversas versiones, por carencia de contratos y facturas por las adquisiciones, carencia de fechas definitivas de llegada al país y, finalmente, falta de planificación para que cada ciudad, pueblo o villorio sepa a qué atenerse? Como corolario, circulan diversidad de fechas sobre colocación de primeras dosis y en qué tiempo la segunda o cambios, en vez de tres semanas, entre una y otra hasta tres meses. ¿A qué atenerse y en qué dato confiar?
El pueblo vive desorientado. Las informaciones que se da por televisión – unas por funcionarios de salud y otras por médicos– no siempre encajan ni coinciden.
Una duda que nadie clarifica: La primera vacuna fue china; ¿la segunda puede ser la rusa? Unos dicen que podría ser siempre de la misma procedencia; otros, sostienen: lo que importa es la fórmula y si hay coincidencia entre una y otra procedencia, es lo mismo aplicar indistintamente. Así, surgen interrogantes que el pueblo precisa que sean aclaradas. Una campaña de vacunación tan importante no puede estar al vaivén de no saberse cuándo llegarán los lotes y de qué procedencia; luego, cómo está planificada su colocación y qué instrucciones precisas deben seguir las personas al recibirlas.
Es muy importante no usar términos rebuscados y decir solo la verdad; no engañar ni mentir ni dejar dudas o criterios falsos que sean interpretados mal. Si en la política partidista se usó tanto de la carencia de respeto a la verdad, ahora no se puede ni debe jugar con la salud y la vida de la población. Cuanto más claros y veraces seamos todos, ahora y siempre, se habrá cosechado mucho bien a favor de la población y del mismo gobierno que, en muchos aspectos, necesita limpiar su imagen y hacer que la credibilidad sea parte importante de su administración.