Tras reuniones infructuosas con el interventor de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS), Gonzalo Iraizos Escobar, los trabajadores de planta de esta entidad determinaron ayer iniciar huelga de hambre en instalaciones de las plantas de Villa Fátima y El Alto en demanda de tres puntos que no han sido resueltos por la autoridad.
En contacto con EL DIARIO, representantes de trabajadores de esta empresa informaron que se ha asumido esta medida extrema en protesta por la falta de atención a un pliego de tres puntos presentado ante el interventor de esta instancia.
“Esta mañana hemos tenido reuniones con el ingeniero Iraizos. Hemos iniciado la reunión a partir de la siete de la mañana y desde las tres y media se ha perdido, no ha vuelto más, y seguimos aguardando por lo cual hemos determinado ingresar en huelga de hambre, aquí en las instalaciones de Epsas”, señalaron representantes.
Asimismo, informaron que se demanda el cierre del sindicato de trabajadores por el uso irregular que exdirectivos hacen de sus instalaciones, sumado, a que hasta la fecha no se han presentado informes de rendición de cuentas por parte del exdirectorio; se determine un descuento para los nuevos afiliados; y la atención médica oportuna para un compañero que se encuentra en graves condiciones de salud por consecuencias derivadas del trabajo.
También dijo que se ha acudido a instancias de defensa de los derechos de trabajadores como la Central Obrera Boliviana, sin encontrar respuesta hasta la fecha.
“El día de mañana (hoy) radicalizaremos las medidas, sólo así vamos a ser escuchados, porque ya se han presentado varias notas, las que no han sido respondidas hasta ahora. Es por eso que hemos tomado esta decisión y luchar por los compañeros trabajadores que somos la base”, manifestaron.