Dos nuevos cadáveres fueron hallados esta semana en Massachusetts y Connecticut, lo que ha reavivado temores públicos sobre la posible presencia de un asesino en serie en la región de Nueva Inglaterra. Pese a la creciente preocupación y las especulaciones en redes sociales, las autoridades insisten en que no hay evidencia que vincule estos casos ni indicios de una amenaza mayor para la seguridad pública.
Los cuerpos encontrados en Taunton y Rocky Hill se suman a otros casos recientes en distintas localidades del noreste de Estados Unidos, varios de ellos en la ruta I-91. Aunque las investigaciones continúan activamente, fiscales y policías han pedido cautela a la población y han advertido sobre los efectos negativos de difundir rumores no verificados.