La ministra de Hacienda británica, Rachel Reeves, expresó su disposición a reducir los aranceles del Reino Unido sobre automóviles estadounidenses del 10% al 2,5%, en un intento por asegurar un acuerdo comercial más amplio con la administración Trump.
El Reino Unido también busca eliminar los gravámenes del 25% impuestos por EE.UU. a productos como acero, aluminio y automóviles británicos. Sin embargo, Reeves fue clara en que no cederán en los altos estándares agrícolas del país, rechazando el uso de hormonas de crecimiento en carne importada.
Funcionarios de ambos lados se muestran optimistas, aunque las negociaciones avanzan con cautela. Reeves afirmó que el objetivo es alcanzar un acuerdo que beneficie a la industria, empleos y consumidores británicos, sin sacrificar estándares clave.