Cada cierto tiempo medios de comunicación informan acerca de accidentes de tránsito en las ciudades y en carreteras que conectan a varios departamentos. En las urbes principales, debido al crecimiento del parque automotor, tanto público como privado, ocurren choques de motorizados, por temeraria conducción o por desperfectos mecánicos, así como atropellos a peatones. Mientras que, en las carreteras, son frecuentes los embarrancamientos de vehículos de transporte público y de automóviles o vagonetas particulares, así como choques entre vehículos por imprudencia. En muchos casos, los siniestros se producen por exceso de velocidad, conducción en estado de ebriedad o fallas mecánicas. Lo peor es que esos accidentes, con saldo de heridos y muertos, causan luto y dolor en numerosas familias.
Este problema no ha sido atendido de la mejor manera hasta ahora por los organismos estatales encargados de hacer minuciosas revisiones técnicas de motorizados, de vigilar calles y caminos para evitar el exceso de velocidad o la exagerada cantidad de pasajeros y hasta carga en buses y flotas de transporte público.
Por ello ha sido recibido con gran interés el Congreso Internacional de Transporte desarrollado en agosto de 2024 en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. En este evento, en el que participaron expertos nacionales y del exterior, fue tratado el tema de la seguridad vial en Bolivia y el mundo.
En el caso de nuestro país, se afirma que el 3% de la población considera que es seguro transitar por vías, aceras y ciclovías del país. Más de un 80% de los bolivianos opina lo contrario, mientras que para más de un 10% hay algo de seguridad al transitar. Ante este panorama preocupante, se propone medidas como educación vial en unidades educativas, colocación de cámaras de vigilancia, aplicar elevadas multas y control con foto detección. También se considera iluminar mejor las vías, actualizar las señales de paso y las normas de tránsito. Asimismo, se sugiere la realización de exámenes permanentes y rigurosos a los conductores públicos y privados, formación de organismos de control al margen de Tránsito, etc.
Tomando en cuenta que la participación comunitaria y profesional es esencial para la seguridad vial, se sugiere capacitación vecinal, formación de expertos en el tema, elaboración de textos de consulta e impulso al voluntariado. También se propuso mesas de trabajo continuo, así como hacer cambios en el transporte público mediante diálogos, para lograr mejoras en materia de seguridad vial.
Esos y muchos otros planteamientos fueron dados a conocer en el Congreso Internacional de Transporte COINT2024, los cuales ameritan consideración por parte de las autoridades asignadas para garantizar el tránsito seguro por las calles y carreteras del país.
Evento internacional sobre seguridad vial
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