La mentalidad frágil y los largos balones hacia arriba son parte del pasado. Inglaterra lleva una década cuidando el aspecto psicológico y su juego con el pie, que son ahora los dos pilares que la llevan a disputar el domingo la final de la Eurocopa ante España.
El diagnóstico era claro y compartido por numerosos expertos. Tienen que «mejorar su técnica» y «cambiar su mentalidad», estimó en 2007 el brasileño Carlos Alberto, excampeón mundial con la Seleçao, preguntado al respecto por BBC Sport.
«Envían balones altos al área y tratan de marcar con la cabeza, pero deben trabajar en las competencias más técnicas», afirmó entonces.
La Federación Inglesa de Fútbol (FA) tardó en reaccionar, pero terminó rindiéndose a la evidencia. Emprendió entonces una serie de reformas conducidas por Dan Ashworth, nombrado director técnico en 2012, y sobre todo por Gareth Southgate, que es el actual seleccionador de la absoluta pero que antes fue el técnico de la Sub-21.
Los resultados deportivos no tardaron en llegar en las competiciones de selecciones juveniles, en las que participaron algunos jugadores que están ahora con Southgate en la aventura de la Eurocopa-2024.
Inglaterra ganó el Europeo Sub-21 por primera vez en 39 años en 2023, con Cole Palmer y Anthony Gordon (designado el mejor del torneo) en sus filas.
Inglaterra, una selección que supo esperar
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