Pese a sufrir la expulsión de Joel Amoroso y Adrián Jusino, The Strongest superó a FC Universitario de Vinto en la primera semifinal del torneo Apertura, por 1-0, en partido jugado en el estadio Félix Capriles, donde el equipo arbitral de Javier Revollo (Oruro) tuvo su cuota de participación marcada por sus polémicas decisiones hacia ambos lados.
Con un gol anotado desde el punto penal, por Luciano Ursino, a los 69 minutos, el Tigre se colocó adelante, llevándose los primeros tres puntos en esta definición de esta llave, que tendrá su desenlace el siguiente domingo en el estadio Hernando Siles, donde las cartas están a favor del campeón vigente.
The Strongest se encontró con la adversidad a los 31 minutos por la doble amonestación para Amoroso por una supuesta falta contra un adversario en pleno lanzamiento de tiro de esquina. Esta baja provocó que el cuadro atigrado sea mermado su fuerza de ataque, quedándose sin registro ofensivo en la primera parte.
La roja a Amoroso fue la primera decisión polémica, le seguiría la falta penal cobrada a The Strongest por un codazo de Joaquín Lencinas sobre Jaime Arrascaita en un servicio de Fabricio Quaglio.
Sin Enrique Triverio en el campo, sustituido por una lesión, Luciano Ursino se encargó de ejecutar el remate, anotando el 1-0, a los 69 minutos. Esta fue la única referencia en ataque de los gualdinegros que anduvieron agazapados en su pórtico para soportar la embestida de la “U”, que hizo figura al arquero Guillermo Viscarra con nueve intervenciones, todas en la segunda parte.
La segunda roja llegó a los 85´, siendo la víctima Adrián Jusino, por doble amarilla. Con un hueco en la defensa, el Tigre siguió recibiendo los golpes de los doctos, pero ninguno logró debilitar, al contrario, la visita sostuvo el triunfo con sus garras hasta la finalización de este encuentro. El entrenador Pablo Lavallén también tuvo que dejar el terreno de juego, a los 87´.
Al final de este encuentro, los jugadores fueron a reclamarle al equipo arbitral y en medio de la protesta hubo insultos entre los planteles. Sus mismos compañeros tuvieron que separarlos.
ERWIN QUISPE PERCA