Rubiales, al frente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), fue blanco de críticas de todos los sectores y fue perdiendo apoyos desde que besó por sorpresa a Jennifer Hermoso tras la victoria de España ante Inglaterra el domingo pasado en Australia. La FIFA, máxima instancia del fútbol mundial, abrió ayer un proceso disciplinario en su contra.
El martes por la tarde, la RFEF convocó una asamblea «con carácter de urgencia» para el viernes y activó una investigación interna sobre el incidente.
«En base a los últimos hechos acontecidos durante la ceremonia de premiación del Mundial femenino conquistado por la Selección Española el pasado domingo en Sídney, (…) están abiertas las diligencias internas de la Federación referentes a asuntos de integridad», indicó el comunicado.
Rubiales afronta un proceso y su renuncia es inminente
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