Libertad Gran Mamoré apagó la celebración del aniversario 98 del club Bolívar con la conquista del triunfo por 2-0, la tarde de este miércoles, en el estadio Gran Mamoré, donde los goles llegaron a través de Miguel Mendoza y del penal del Maximiliano Lemos delante de un rival que anduvo sin espíritu de lucha en el campo.
El festejo de los celeste quedó incompleto con este resultado, en el cotejo correspondiente a la séptima fecha. Antes del mediodía, la afición bolivarista en La Paz y la dirigencia pasando un día de regocijo, pero en la tarde las sonrisas se borraron por la actuación del elenco, que perdió la chance de tomar la punta, quedándose con 18 unidades, y dejó el camino libre para que su tradicional rival, The Strongest, sigue marchando a sus anchas.
A través de los balones detenidos, el cuadro celeste hizo daño con una ejecución de Ramiro Vaca que el arquero Marco Vaca desvió con las manos sobre la línea de gol. El avance de la visita careció de profundidad y definición.
Atrás, Bolívar sigue tambaleando sin encontrar los hombres que sostengan con seguridad la estructura. Este problema viene desde el pórtico, que estaba vez fue protegido por Rubén Cordano, quien tuvo una mala salida para tratar de cortar un servicio y que permitió que Miguel Mendoza conecte de cabeza, a los 36 minutos.
En el complemento, Bolívar seguía arrastrando su fútbol mezquino con una formación mixta, entre alternos y titulares, sin que lleven de manera uniforme el fútbol. Mientras, Libertad Gran Mamoré tenía más facilidad para generar peligro y pisó el área con una mano de Javier Uzeda como la acción que cortó la jugada.
Sin el arquero Juan Carlos Robles en el campo, Maximiliano Lemos tomó la responsabilidad de ejecutar el remate desde el punto blanco. El mediocampista acertó con un disparo, a los 61 minutos, para aumentar la cifra (2-0), que sería el marcador definitivo.
Sobre los 70 minutos, el entrenador Beñat San José mandó al terreno a Patricio Rodríguez, quien destapó el flujo ofensivo, pero era difícil corregir las fallas que se enraizaron desde el primer período y con el cronómetro encima, y la forma que tomó el cotejo era difícil revertir este marcador.