viernes, marzo 29, 2024
InicioSeccionesEditorialLibros en la educación de niños y jóvenes

Libros en la educación de niños y jóvenes

En nuestro país numerosas generaciones, a través de los años, han pasado por escuelas y colegios para ser parte del proceso de enseñanza y aprendizaje, en sus diferentes ciclos. Dicha trayectoria para adquirir conocimientos básicos comienza desde que los niños son inscritos en pre-kínder y kínder en centros dedicados a esta etapa de formación. Y poco a poco, los menores se van familiarizando con el uso de variados instrumentos, necesarios para el aprendizaje, entre ellos, son indispensables los libros, nacionales o extranjeros, en diferentes materias.

El valor de los textos impresos se mantiene a pesar de la irrupción de medios tecnológicos que han cambiado la situación en el campo pedagógico, con la llegada de programas de computación y el servicio de Internet, indispensables, por ejemplo, para las denominadas clases virtuales, que se ha tratado de implantar, ante la aparición del Covid-19. Lo que no ha sucedido por varios factores, como la falta de preparación de algunos docentes y el costo que implica adquirir celulares, computadoras y contratar un servicio de Internet de suficiente capacidad.

Al margen de tal situación, resulta extraño que con el paso del tiempo estén desapareciendo formas de vivir; un caso es la costumbre de leer, de tener en las manos un libro, posar nuestros ojos sobre sus páginas y enterarnos de contenidos que son fundamentales para el diario vivir.

En el caso de nuestros niños y jóvenes, sus vidas son muy importantes para nuestra existencia; sin embargo, descuidamos su formación no dándoles lo que más necesitan: libros, narraciones y experiencias, para hacerles ver lo mucho que tienen por delante y cuán importante es que abran sus mentes con los textos de estudio, considerando, además, que por motivos económicos no todas las familias pueden contar con modernas computadoras o acceso amplio a Internet.

Por ello corresponde recordar que hay personas, jóvenes o adultos, que no olvidan un dicho: “No hay libros malos; lo que hay son malos lectores que no saben atesorar lo que reciben y menos comprender que lo recibido es de vital importancia”.

Es necesario enseñar a leer, aprender y captar lo leído y, en todo caso, amar la lectura y comprobar que todo texto, por malo que sea, algo enseña, guía y orienta. Y es que los libros cumplen el papel de mostrar, enseñar. Libro que se lee muestra caminos hacia el futuro; cuánto puede el lector alcanzar, a dónde puede llegar. Indica cuánto se puede o debe hacer; ayuda a entronizar conocimientos en el cerebro y abre posibilidades a veces algo cerradas a los contenidos de la vida.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES