En los últimos años en el departamento de La Paz es donde mayor incidencia de feminicidios e infanticidios se registra, de acuerdo a reportes del Ministerio Público. Los colectivos que luchan contra este flagelo piden más inversión en políticas de prevención.
El 9 de marzo de 2013 entró en vigencia la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia (Ley 348), la cual, en principio, representaba una esperanza para las mujeres de que los índices de violencia bajarían en el país.
Sin embargo, en los últimos años se ha continuado con un dramático escenario ya que más de 100 mujeres pierden la vida anualmente debido a la violencia machista.
En 2015 se registraron 110 feminicidios, en 2016 un total de 111 casos, en 2017 hubo 109, en 2018 se registraron 128, en 2019 se reportaron 117 casos, 113 en 2020, 108 en 2021 y hasta noviembre de 2022 se registraron 83 asesinatos de mujeres a nivel nacional.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Bolivia tiene la tasa más alta de feminicidio en Sudamérica, con 2,3 muertes por cada 100 mil mujeres, informa a través de su portal web.
“Cuatro de las cinco tasas más altas de feminicidio o femicidio de América Latina se registran en los países del norte de Centroamérica (El Salvador,
Honduras y Guatemala) y en República Dominicana. A ellos se suma Bolivia, cuya tasa de 2,3 feminicidios por cada 100.000 mujeres en 2018 es la tercera más alta de América Latina y la más alta de América del Sur”, informó el organismo internacional.
La Ley 348 incorporó el delito de feminicidio con una condena máxima de 30 años de cárcel sin derecho a indulto contra los autores. Para la Cepal, la medición del feminicidio en los países de la región es fundamental “para el diseño, la implementación y el seguimiento de las políticas públicas orientadas a proteger a las víctimas de violencia.
IMPUNIDAD
De acuerdo a un trabajo de investigación de Connectas y Acceso, entre 2013 y agosto del 2021 fueron cerrados 263 casos de feminicidio bajo la figura de sobreseídos, rechazados y absueltos; todos estos casos equivalen al 27,1 por ciento de los 969 casos reportados hasta agosto del 2021.
Según estos datos, existen más casos impunes donde la justicia no dio con los autores o los capturaron para luego liberarlos por no cuidar las pruebas o ni siquiera buscarlas. Además, hay nueve desestimados que pasaron a ser juzgados por otro tipo penal que tiene una condena menor.
Para Mónica Bayá y Mariel Paz, abogadas y activistas por los derechos humanos, una de las barreras para la resolución de feminicidios es el insuficiente personal para investigar los casos, pero en el mismo camino se encuentra la negligencia de los operadores de justicia, quienes minimizan los hechos de violencia, no analizan los antecedentes ni los contextos donde ocurren y carecen de perspectiva de género.
A todo ello se suman los escasos laboratorios de investigación; solo La Paz, Cochabamba y Sucre cuentan con estos recintos, los demás departamentos deben enviar sus muestras con el riesgo de que éstas se contaminen, se rompa la cadena de custodia y, por ende, sean desestimadas, señala la publicación.
“Datos del Consejo de la Magistratura muestran que el Juzgado de Sentencia de Violencia Contra la Mujer es el que menos causas resuelve anualmente respecto a otros tribunales. No sobrepasa el 15 por ciento de casos resueltos en cada uno de los años revisados (2018, 2019 y 2020). El que más avanza en este sentido es el Juzgado de Materia en Delitos Civiles y Comerciales, donde priman los intereses económicos entre las partes, con un 58 por ciento de capacidad resolutiva anual”, señala la publicación de Connectas y Acceso.
130 HUÉRFANOS
Al menos 130 niños, adolescentes y jóvenes huérfanos dejaron 94 feminicidios en Bolivia, del 1 de enero al 26 de diciembre de 2022, de acuerdo a datos de la Coordinadora de la Mujer.
Solo el anterior fin de semana y el feriado de Navidad hubo tres feminicidios. Blanca Elena G., de 27 años, fue victimada en la localidad de Yapacaní, durante la celebración de Navidad.
El crimen fue presuntamente cometido por José Carlos M., su pareja, quien la golpeó con un fierro en la cabeza y el cuerpo. Ella dejó en la orfandad a dos niñas.
Virginia P. T., de 23 años, también fue asesinada la noche del 25 de diciembre por su expareja, Bernardo M., quien ya fue aprehendido. Ella vivía en San Ignacio de Velasco, en Santa Cruz.
Tras dos meses de luchar por su vida, la mañana del 24 de diciembre el corazón de Ubaldina C. G. dejó de latir. La madre de 33 años estaba en coma desde el 2 de octubre, cuando su pareja la golpeó, apuñaló y la arrojó a un barranco en Sacaca, Potosí, de donde fue rescatada por la Policía y sus familiares.
“Aunque los médicos le diagnosticaron muerte cerebral, su cuerpo continuó aferrándose a la vida, con la pequeña bebé que se gestaba en su vientre. La pequeña nació el 8 de diciembre y con ella cuatro niños quedaron en la orfandad”,.
El jueves 22 de diciembre, Elenir P. D., de 35 años, de San Ignacio, en Santa Cruz, fue victimada por su pareja tras una brutal golpiza. Dejó dos menores huérfanos.
Ese mismo día, el cuerpo sin vida de Andrea C. C., de 36 años, fue hallado lleno de lesiones causadas por golpes en Zongo, en las afueras de La Paz. Ella dejó dos niños huérfanos, de 13 y 9 años y el sospechoso del feminicidio era su enamorado, Bismark.
En Cochabamba, en el kilómetro 4,5 de la avenida Petrolera, se halló el cadáver de una mujer de 34 años, identificada inicialmente como Gaby. Fue apuñalada en el vientre, entre el 22 y el 23 de diciembre.
El director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), coronel Rubén Lobatón, dijo que de acuerdo al registro de esa institución, hasta el 26 de diciembre se reportaron 94 feminicidios en Bolivia.