Importa mejorar caminos y construir nuevas carreteras

En muchas entidades se presenta en estos días una especie de reclamo: “hay caminos, lo que se necesita son otras obras”. Lo cierto es que ningún camino está debidamente atendido, por las fallas que periódicamente se presentan y, por supuesto, no hay las suficientes carreteras que el país requiere con urgencia. Es importante comprender que ningún país del mundo tiene todas las carreteras y caminos que satisfagan sus necesidades; al contrario, conforme avanzan en desarrollo y progreso, sus cantones, pueblos y ciudades requieren más vías de comunicación. El caso es, pues, vital para países como el nuestro, pobre y subdesarrollado, que carece de lo que es de absoluta necesidad y urgencia.
Bolivia, de manera similar a lo que requieren países del Cuarto y Tercer Mundo, acrecienta su pobreza, tanto más si descuida sus vías de comunicación provincial, como son los caminos y requiere, con urgencia, conectarse con las demás ciudades y con el exterior. Se necesita carreteras que remplacen con ventajas a ferrocarriles que no tenemos y, peor, líneas aéreas que cubran urgencias de transporte de alimentos y medicinas.
Refaccionar permanentemente los caminos existentes en todo el país es urgente, así como construir nuevas carreteras, en la actual situación de casi postergación, no solo para atender necesidades de transporte de mercadería sino para superar condiciones de subdesarrollo nacional con insuficiencias notables, hasta para atender a personas que requieren llegar a otras urbes.
Examinadas las condiciones de nuestros caminos vecinales, se observa que, si bien reciben mantenimiento, no es suficiente y se necesita, especialmente en el interior de la nación, nuevas carreteras. Volviendo a las vías actuales, no siempre están bien atendidas y requieren de atención permanente y hasta renovación de equipos y grupos de técnicos que procedan más efectivamente a reparaciones y mantenimiento, con la provisión de repuestos y atención a cargo de técnicos medios especializados.