La historia de “Minions: nace un villano”

Con un total de cuatro películas, empezando por Mi Villano Favorito en 2010, los Minions de Illumination se han convertido en íconos internacionales de la travesura, el caos y la alegría. Minions: Nace un Villano es la quinta película de una franquicia que continúa emocionando y cautivando al público en todos los países y continentes y, en consecuencia, se ha convertido en la franquicia global animada con el mayor ingreso en taquilla de la historia, habiendo recaudado más de $ 3.7 mil millones de dólares en todo el mundo.
“Las películas Mi Villano Favorito y Minions funcionan porque, por un lado, son para todo el público, además de graciosas y divertidas… y también porque hay una resonancia emocional que atraviesa su eje central”, dice el fundador y director ejecutivo de Illumination, Chris Meledandri. “Continúan resonando debido a los personajes: los Minions encantan y fascinan al público, y aunque Gru es un villano, nos seguimos identificando con él y queremos que tenga éxito en cualquier situación”.
Juntos, Gru y los Minions —con Kevin, Stuart y Bob al frente y en el centro de todo— han llevado a cabo algunos de los planes maestros criminales más elaborados del cine con una impresionante acción que sobrepasa los límites sin perder nunca su encanto ni su conexión emocional con el público.
“A nivel narrativo, si bien las películas generalmente tratan de protagonistas que superan obstáculos, es cómo lo hacen —y lo que sucede en el camino— lo que debe sorprender y cautivar”, señala Meledandri. “Estoy especialmente orgulloso de que nuestro equipo haya sido capaz de crear una atracción nostálgica hacia los personajes con los que todos nos hemos acercado de manera tan íntima, así como proporcionar una sensación de descubrimiento con todos estos nuevos elementos”.
Otto se une a la impresionante lista de personajes inolvidables de Illumination. “No cabe duda de que hay muchas áreas en las que nuestro equipo ha desarrollado experiencia y todas son importantes, pero tenemos que elegir un punto de convergencia para el cual todos estemos trabajando”, indica Meledandri.
Nace un Villano lleva la franquicia a un nuevo territorio en múltiples niveles y, notablemente, a una nueva época: los años setenta. Esta década proporcionó a los cineastas una mina de diamantes de referencias musicales, moda y de la cultura pop para excavar. “Yo crecí en los años setenta, así que es algo muy personal para mí”, afirma Balda. “La televisión, la música, los automóviles, los peinados, los pantalones acampanados —todo era muy llamativo. Y con los colores vibrantes, los destellos, las discotecas— fue una década visual, sin duda alguna. Yo tenía más o menos la misma edad que Gru en nuestra película en la década de 1970, así que fue nostálgico mirar los viejos programas de televisión, la moda y la música como puntos de referencia”.
Desde que empieza la película, la profundidad de la investigación es evidente en cada fotograma. “Cuando yo era joven, veía un montón de películas de James Bond”, relata Balda. “Siempre me encantó que los créditos iniciales tuvieran esa música genial al estilo de Nancy Sinatra y las siluetas de los personajes, y eso sirvió de inspiración para los créditos iniciales de Nace un Villano. Queríamos que se supiera desde el principio que esta película es una carta de amor a la década de los setenta”.
Al principio de la película, el sueño de Gru, que tiene 12 años, es convertirse en miembro de este ilustre equipo de delincuentes, pero cuando lo rechazan, acaba robando su posesión más preciada: la poderosa Piedra del Zodiaco, y termina convirtiéndose en su némesis. A lo largo de la película, Gru descubre que citando a los Rolling Stones no siempre puedes conseguir lo que quieres, pero cuando lo intentas, a veces puede que encuentres lo que necesitas. “La historia principal que nos propusimos contar en Minions: Nace un Villano fue la de cómo Gru llegó a convertirse en el gran supervillano que hoy conocemos”, relata Balda.