Las restricciones y cuidados impuestos por la presencia de la pandemia, podrían ser reducidas con el paso del tiempo; este es el criterio de médicos que tienen la esperanza de que, como sucedió con muchos estados gripales que se presentan en el mundo casi cada año, también será combatido de mejor manera el covid-19. Sin embargo, subsiste la necesidad de ser prudentes y cuidadosos. evitando concurrir a sitios en los que haya mucha gente concentrada.
Según los científicos, el coronavirus podría expandirse en cualquier momento, sin que haya límites expresos, puesto que hasta ahora no se conoce plenamente los antecedentes, como con otras enfermedades del pasado. De todos modos, las experiencias que deje el mal, pueden ser paliadas con prudencia y cuidados, especialmente en los niños y ancianos, que son los más propensos a contraer cualquier enfermedad.
En todo caso, es importante que tanto las autoridades de salud como las diversas comunidades del país, entiendan y atiendan lo que ha pasado en todo el mundo con una enfermedad desconocida y que deja la enseñanza de que se necesita prudencia, mesura y coraje para enfrentar cualquier dificultad que se tenga en el diario vivir. Este es un caso que debe ser contado a los niños, para que cuiden su presente para el futuro que podría sobrevenirles; que ellos vivan prevenidos ante lo desconocido y adquieran el don de la prudencia y cautela para enfrentar lo que pueda ocurrir y que –al menos de momento– es imprevisible.
Por su parte, las autoridades sabrán cómo dejar impresas las lecciones dejadas por el virus y las previsiones inmediatas y mediatas que hayan optado para evitar complicaciones en sus dependencias y posibles angustias a la población. Siempre se debe recordar que el presente es lección para el futuro en todos los campos que deba recorrer la humanidad.