El presidente Luis Arce tuvo que gritar su informe de primer año gestión y fue necesario un tercer micrófono para que su mensaje pueda ser oído ante un ensordecedor coro de silbatos y gritos de parlamentarios de oposición y oficialismo.
El Mandatario arrancó su intervención con una artillería verbal contra sus opositores a los que acusó de intentar atentar «varias veces» contra su vida. «Incluso el día de las elecciones nuestra casa de campaña estaba cercada por fuerzas del orden».
«Quisieron terminar con el movimiento popular, con la dirigencia social, nos acusaron de salvajes, terroristas, sediciosos…», así comenzó el discurso de dos horas y 20 minutos en el que comparó su gobierno con el de Jeanine Añez.
Dijo que apenas llegó retomó el «modelo económico social comunitario» del neoliberalismo que habría emprendido su antecesora, ahora detenida en la cárcel por el supuesto «golpe de Estado» en contra de Evo Morales.
Destacó que en su gobierno disminuyó la letalidad del covid-19 de 6,2% en la primera ola a 2,7% y calificó de «incapaz» al gobierno de Añez en la lucha contra la pandemia. «Al comienzo de esta cuarta ola se registran los niveles más bajos de toda la pandemia con 0,96% en noviembre de 2021», destacó.
Mientras Arce gritaba su informe, en la Asamblea se registraron enfrentamientos verbales y hasta físicos entre asambleístas. El diputado del MAS, Héctor Arce, denunció que fue agredido por su colega opositora Tatiana Añez y anunció que la llevará a la comisión de Ética y a instancias penales.
Arce continuó, culpó a Añez de descuidar el control de peso y talla de los niños durante la pandemia a diferencia de él que concentró su atención en las mujeres embarazadas y fortaleció el programa Juana Azurduy y destacó que destinó Bs 1.088 millones para la atención gratuita de salud.
Asimismo, indicó que su gobierno incentivó las actividades deportivas a diferencia de Añez que habría cerrado los centros deportivos bajo la excusa de luchar contra la pandemia.
Luego incidió en cifras del manejo económico, afirmó que el gobierno de Añez se aplazó en la administración porque cerró la gestión 2020 con una contracción del PIB del -8,8%, la más fuerte hace 67 años.
Destacó las medidas que asumió para la reactivación económica prometida por su gobierno como la reanudación de la inversión pública, pago de bonos, impuesto a las grandes fortunas y reintegro de IVA, y se constituye un fideicomiso de Bs 911 millones para el sector productivo con el objetivo de sustituir las importaciones.
Asimismo, destacó la creación de fondos como el FARIP o Fogadin para gobiernos autónomos y el sector productivo.
También ponderó el crecimiento del PIB de Bs 132.557 millones al segundo trimestre de 2021, cifra superior en Bs 14.661 millones al dato registrado en similar periodo de Jeanine Añez.
En 2020, Bolivia como otros países afrontaron de manera inédita la primera ola de la pandemia por un nuevo tipo de coronavirus y la primera medida que asumieron fue el confinamiento lo que llevó a la paralización de la actividad productiva y las estadísticas señalan que todos los países registraron caídas significativas en sus PIB y otros ítemes comparados por Arce.
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