El país sumido en bochornos diplomáticos

No es solo un hecho poco menos que insólito en materia diplomática para el país, sino que son algunos más. El principal causante es el ex embajador Mario Cronenbold, acreditado ante la República de Paraguay por el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia. Quince días duró en sus altas funciones para ser declarado persona no grata por unanimidad el congreso de la hermana República. La falta de seriedad y frivolidad del personaje bastaron para ganarse el repudio del pueblo guaraní. Cronenbold cometió la broma de mal gusto de gravar un video burlesco del acento de voz de los lugareños y del tereré, tradicional y consagrada bebida paraguaya.
El proceder ofensivo de Cronenbold mereció la censura pública y luego el presidente de la Comisión de Exteriores de Diputados, Walter Harms, pidiera la vergonzosa medida para nuestro país. No se recuerda precedentes de una declaratoria semejante a nuestros diplomáticos, a no ser, tal vez, en caso de guerra. En la diplomacia en general, esa medida es muy rara, de ahí que resulta un demérito nacional en sus relaciones internacionales.
La cancillería se limitó a llamar a consultas al infractor, sin visos de urgencia y recibido su informe asegura que lo destituyó. Mientras tanto, el Paraguay lo había declarado no grato. El ministerio respectivo dice que la destitución fue el 1 del presente mes, pero se la hizo púbica el día 3. Cronenbold creyó suficiente pedir disculpas por su “metida de pata” mediante un mensaje en la red. Lo que le correspondía era renunciar ante la cancillería y preparar sus maletas, evitando el bochorno. Para los expertos se debería haber enviado una nota de excusa de Estado a Estado, lo que no ocurrió.
Hay todavía dos hechos anti diplomáticos y carentes de prudencia. El presidente Arce llamó “golpista” a la Unión Europea (UE), nada menos que en la 75ª Asamblea General de NNUU, iniciada el 26 de octubre pasado. La UE es un organismo que incluye a todas las naciones del Viejo Continente, gozando del respeto y solidaridad internacionales. El primer mandatario añadió en la Cumbre de Medio Ambiente y uso de Carbono, en Glasgow, Escocia, su afirmación de que el Estado Plurinacional es algo así como el campeón de la preservación ambiental. Una seria cadena informativa británica lo desmintió por ser nuestro país el segundo en deforestación del continente, después del gigante sudamericano de Brasil. Estos gafes continuarán mientras nuestra diplomacia deje de integrarse con profesionales de carrera; no de políticos improvisados, como viene sucediendo.